domingo, 10 de septiembre de 2017

Perfil 5-1




LÍNEA 1 - INVESTIGADOR: INTROSPECCIÓN, CAMALEÓN, EMPATÍA

La línea l es la planta baja o base del hexagrama, y las líneas l se sienten impulsadas a investigar el fundamento de las cosas, descubrir cómo funciona la vida. Una vez que han establecido firmemente una base segura, pueden relajarse. Cuanto más saben, menos miedo tienen, ya que las líneas l sienten que «si podemos sentirnos seguros, todo es posible». Su inseguridad les lleva a buscar autoridades y a volverse autoridades ellas mismas y, sin embargo, el seguimiento de sus investigaciones es un proceso introspectivo que por lo común dice: «Estoy ocupado estudiando, investigando, así que no me molestes». Las bases seguras que crea la línea l luego son exteriorizadas o universalizadas por las líneas del trigrama superior. Hay también una naturaleza profundamente empática en la línea l y su capacidad de asimilar información de otros puede ser muy transformadora.
Las líneas l estudian los comportamientos. Observan cómo actúan otras personas y aprenden a ver qué conducta funciona y cuál no. Cuando se sienten inseguros, como un camaleón cambiarán de color para encajar. En realidad no están cambiando nada, pero son muy buenos mostrándote lo que piensan que necesitas ver. La idea clave de la línea l de la Puerta 10 es Modestia, o la habilidad de conocer su propio lugar y saber actuar a pesar de las circunstancias. Las líneas l son muy sensibles de esa manera y para ellas nada es más importante que ser capaces de ver que pueden navegar en este plano y que todo va a ir bien. Las líneas 1 en la parte del Diseño necesitan también una base física segura. La sensación más común del no-ser para la línea 1 es un sentimiento de inferioridad, generalmente porque no se permiten tener el ensimismamiento enfocado que es necesario para investigar plenamente y establecer un fundamento. 
La Estrategia y la Autoridad determinarán las investigaciones correctas para las líneas 1 y les permitirán enfocarse en una cosa cada vez, lo que también puede aliviar una gran parte de la ansiedad de su no-ser. 

«La naturaleza misma de un hexagrama, el constructo mismo, no puede sobrevivir sin un fundamento
sólido». (Ra Uru Hu)

LÍNEA 5 - HEREJE: UNIVERSALIZACIÓN, PROYECCIÓN, EL GENERAL

La línea 5 tiene la responsabilidad de universalizar el mensaje del hexagrama. Quienes tienen una línea 5 en su perfil son portadores del karma más transpersonal y alcanzan su mayor eficacia como «extraños relevantes», como por ejemplo el general que interviene cuando han fracasado las soluciones corrientes y ofrece una solución práctica pero «fuera de lo común». 
El aura de la línea 5 invita a las personas en crisis a proyectar en ella el potencial de que les rescaten. Los Herejes operan en un campo de proyecciones que seduce al otro a reconocer el poder potencial que hay ahí, pero las líneas 5 pueden ser también muy desconfiadas, ya que otros ven cosas en ellas que no son ciertas, o tienen expectativas acerca de ellas que no pueden cumplir. La línea 5, atisbando por las cortinas del segundo piso, mira el mundo exterior y muy a menudo se oculta de él al mismo tiempo. Su Estrategia y Autoridad provee una herramienta práctica y fiable para determinar qué situaciones son correctas para que la línea 5 intervenga para ofrecer una solución.
Si no son conscientes del campo de proyección, las líneas 5 pueden sentirse halagadas y creérselo cuando otros las perciban como salvadoras. Para no caer en la trampa de las ilusiones que otros pueden tener acerca de ellas, las personas de línea 5 deben ser verdaderamente conscientes de sí mismas y de lo que realmente son capaces de solucionar o salvar. La reputación del Hereje depende por completo del éxito o el fracaso de que sus soluciones cumplan las expectativas de los demás. Si no han ofrecido algo de valor real, figuradamente puede ser quemado en la hoguera. Sin embargo, una vez que la crisis ha pasado y el liderazgo del Hereje ya no es necesario, generalmente es ignorado. Este es el periodo natural de la línea 5 para reagruparse, ya que los Herejes no están de servicio constantemente, sino que se espera que estén cerca, listos y capaces, cuando llegue la siguiente crisis. 

«Hagas lo que hagas en esta vida, asegúrate de que tenga aplicaciones prácticas. Si es así, tendrás éxito, hagas lo que hagas. Pero si no es así, entonces tendrás un problema de reputación. Te seguirá dondequiera que vayas». (Ra Uru Hu)



GEOMETRÍA DE ÁNGULO IZQUIERDO. Es Transpersonal y tiene una trayectoria o camino con muchas líneas de intersección. Estos cuatro perfiles, que representan el 33 por 100 de la humanidad, no pueden cumplir su propósito solos. Aunque no dependen del otro, incluso la más simple de las conexiones puede cambiar potencialmente su dirección o camino, o el del otro, lo que es lo opuesto del proceso de Ángulo Derecho. Los perfiles de Ángulo Izquierdo tienen una mayor conciencia de los demás y del mundo en su totalidad y están siempre dispuestos a observar e implicarse en la vida.
Los perfiles Transpersonales mantienen una conexión con sus encarnaciones pasadas, y a menudo sienten una inexplicada familiaridad con ciertas personas y experiencias. Mientras que el Ángulo Derecho crea karma, el Ángulo Izquierdo limpia el karma que ha sido creado.

CONTEXTO: En el I Ching, la exaltada o dominante línea 5 encarna el tema de un hexagrama. Para el Hereje Investigador, la linea 1 inconsciente, que representa el fundamento con autoridad, se une a la línea 5 que proyecta conscientemente todo lo que ese fundamento podría o debería ser. El resultado es que el 5/1 es el más transpersonal, con el mayor potencial universalizador, de los 12 perfiles. Este es el perfil de los salvadores y generales, o de los engaños y la paranoia, y es muy seductor. Sobre los Herejes Investigadores se proyecta para que salven o rescaten a otros con una solución práctica en un periodo de crisis.

PERSONAL: «Destino Transpersonal» significa que estás aqui para vértelas con el karma y estás diseñado para tener encuentros con otros que pueden ser importantes y potencialmente mutativos tanto para ti como para ellos. Si puedes imaginar el camino de tu vida como una cuadricula con puntos de intersección que representan esos encuentros, puedes entender cómo estás destinado a encontrar aliados en la vida que están aquí para ayudarte, así como para recibir tu ayuda. Estos encuentros kármícos, que a menudo producen una sensación de déjá vu, pueden ser tan complejos como un acuerdo de negocios o tan simples como alguien que te pregunta cómo llegar a cierta calle. A algún nivel, eres consciente de tu línea 5 transpersonal consciente, una línea atractiva y seductora sobre la que se proyecta continuamente. Otros sienten, aunque no te conozcan, que tienes algo potencialmente importante y útil que necesitan. Su proyección atrae a la gente hacia ti, proveyéndote de la habilidad para tener en tu vida los encuentros que necesitas para vivir tu propósito vital único .
Otros proyectan sobre ti que puedes liderar, guiar, ayudarles o salvarles, y cuando es la proyección apropiada, disfrutas desempeñando ese papel y siendo capaz de ofrecer soluciones prácticas con tu experta capacidad para solucionar problemas. Sin embargo, hay veces en que la proyección que estás sintiendo no es la apropiada para ti y te sientes inseguro acerca de poder ofrecer lo que necesita o quiere la otra persona. Es importante para ti saber a qué proyecciones es correcto decir que sí. Si dices «sí» cuando no es correcto, puedes quedar atrapado en la red ilusoria creada por las proyecciones de los demás y comprometerte a cosas que no puedes cumplir, lo que resulta en un empañamiento de tu reputación. Es sano para ti ser desconfiado y un poco paranoico respecto a las expectativas de los demás. Ra ha dicho: «Los sueños y las esperanzas de la humanidad recaen sobre los hombros de la linea 5». Esta es una gran responsabilidad con la que cargar, y la mejor manera de operar dentro de este campo de proyecciones es estar sobre una base sólida, práctica y auténtica.
Una de las ventajas de ser una linea 5 es que la proyección inicial de los demás comienza siendo positiva. La gente proyecta sobre ti que puedes ofrecer lo que necesita, y si ofreces algo práctico, tu reputación florecerá. Si no ofreces una solución práctica, si lo que les has dado es un «castillo de naipes», tu reputación sufre y «el hereje será quemado en la hoguera». Sin una reputación en la que se pueda confiar, tu linea 5 consciente puede tener que cambiar de dirección y comenzar de nuevo en otra parte. Antes de comprometerte, necesitas estar seguro de que tienes una solución práctica que funciona para todos. Esto lo haces con tu linea 1 inconsciente, el Investigador. Tu linea 1 está diseñada para llegar al fondo de las cosas, para estudiar y establecer una base de conocimientos segura. Una vez que tienes una base sólida y te has convertido en una autoridad, estás preparado para impactar y mutar a la sociedad, cuando sea necesario. Seguir tu Estrategia y Autoridad te guiará a la circunstancia y el momento apropiados para universalizar tu fundamento práctico.
Eres un observador perspicaz del mundo que te rodea, y estar preparado, así como elegir el momento correcto, es esencial para tu éxito. Cuando las dos cosas van juntas, eres el Hereje Investigador que puede romper el hábito de la humanidad de ver las cosas de la manera consabida y hacer oír tu punto de vista herético cuando todo lo demás ha fracasado. A diferencia de las lineas 4, cuya mayor influencia se ejerce dentro de sus redes de conocidos y asociaciones personales, tu mayor poder es como extraño relevante. Estás diseñado para interactuar con personas nuevas que están listas para recibir tu mutativa información herética; para una línea 5, la familiaridad genera desdén. Son muy beneficiosas para ti las épocas de retiro, fuera del campo de proyección, para desarrollar tu fortaleza y cultivar tus habilidades para poder estar listo para afrontar la siguiente crisis en la que el compromiso sea correcto para ti. Cultivar la belleza y la creatividad te resulta muy estimulante a muchos niveles.

INTERPERSONAL: Los Herejes Investigadores aspiran a hacerse personalmente atractivos para mejorar sus posibilidades de universalizar, así como seducir a alguien para que les seduzca. Tienen vulnerabilidades e inseguridades y son reacios a mostrar su verdadero ser. Pocas personas llegan a conocer de verdad a alguien de linea 5, ya que está cubierto por un escurridizo campo de proyección. La linea 5 acumula, o retiene, y espera a que se desarrolle la ilusión de poder (el campo de proyección) y llegue el momento adecuado para universalizar la base. Proveer soluciones prácticas en situaciones de crisis requiere paciencia disciplinada. Los Herejes Investigadores se crecen en este proceso, pero necesitan recordar volver a su espera una vez han satisfecho una proyección, para prepararse para la siguiente. Deben ser capaces de reconocer cuándo es el momento adecuado para seguir adelante, de lo contrario su reputación sufrirá. Si esperan demasiado para irse y ya no queda nada por salvar, se añaden nuevas capas de proyección a las primeras y puede que no sean correctas para ellos. Además, el perfil 5/1 tiene una interesante conexión con el perfil 6/2. Debido a la sabiduría y confianza que se asocia con los 6/2, pueden mejorar o salvar la reputación del 5/1 apoyando inocentemente su herejía y la base práctica que está universalizando. También lo inverso es cierto: los 6/2 pueden también destruir su reputación.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Conexión




"La revolución que ha tenido lugar no solo ha demostrado que la materia ha desaparecido, sino que también la energía ha desaparecido. Lo que se ha puesto de manifiesto es que la cosmovisión ontológica ya no es válida, en el sentido de que las cosas existen, sean partículas o energía, puesto que solo existe la unión. Solo existe la conexión, la unión, sin que esa unión o conexión esté asociada a algo para nosotros tangible. Y no tenemos un lenguaje para ello, sencillamente no tenemos un lenguaje para expresar algo que solo es conexión, sin que concrete que está conectado a qué. El elemento básico de la realidad no es una realidad objetiva que sirva por si sola, sino que simplemente es la conexión. Probablemente hay también cosas que están más cerca o más lejos de nosotros, sí, pero no en el sentido local. Porque el grado de conexión es algo diferente. Tal vez se parezca en cierta forma a como funcionan los teléfonos móviles. Cuando mi longitud de onda se acerca a la de otro móvil, tengo mejor comunicación, y si me alejo de esa longitud de onda, pierdo calidad en la misma. Y aunque la distancia no es lo más importante, tenemos conexiones más estrechas y menos estrechas."

Hans Peter Dürr - Físico

viernes, 1 de septiembre de 2017

Autoretrato de un animal de radio




Soy un acertijo que no llego a descifrar
un rompecabezas que le falta piezas
con algunos vicios que trato de controlar
y un pato volando en la cabeza
soy un barrilete que le cuesta remontar
soy un liberado encadenado
un fruto crecido que ya debió madurar
pero viene un poco retrasado
soy un enmascarado que se esconde tras del dial
un animal de radio desbocado
soy un sentimiento que no deja de pensar
soy un pensamiento apasionado
soy el único responsable de mi pasado
soy la victima, el culpable y el juez que me ha tocado
soy un dependiente de lo que quiero atrapar
un desenfrenado con fronteras
soy un inconciente que se empeña por cruzar
cuando están bajando la barrera
soy sobreviviente de una especie en extinción
uno de los pocos que ha quedado
que no se arrepiente por ser siempre la excepción
que va siempre por el otro lado
un autentico cerebral descerebrado
el más insistente explorador de lo ignorado
como una promesa que no quiere mejorar
soy un pesimista esperanzado
como una cabeza que nadie va coronar
un animal de radio humanizado.


*Foto: Los Locos de la Azotea
*La letra y música: cortina de Animal de Radio 


domingo, 6 de agosto de 2017

Limpieza




7 CONSEJOS DE UN MONJE BUDISTA PARA HACER LIMPIEZA EN TU HOGAR

El monje Tulku Thondup ha trabajado durante toda su vida en la traducción e interpretación de antiguos textos del budismo tibetano y ha publicado una docena de libros sobre enseñanzas budistas. Después de haber vivido en el , la India y Estados Unidos y de haber participado en la vida pública y académica, en la actualidad se encuentra recluido en un monasterio desde donde mantiene un sitio web. Según narra, limpiar el monasterio es una de las tareas espirituales más importantes:
Si supiéramos la virtud, el mérito y el propósito de limpiar, seríamos capaces de apreciar la tarea como un privilegio en vez de una carga. No nos parecerá más un trabajo sucio, sino una oportunidad de practicar la meditación de una forma única. Podría convertirse incluso, en una fuente increíble de beneficios, y una forma de crecer en fuerza espiritual, mental y emocional.
Limpiar el lugar que habitamos de una manera consciente puede transformar nuestra vida pues nos permite despejar la mente, fortalecer la concentración, meditar en movimiento y crecer espiritualmente. Aquí hay una lista de consejos de Thondup para limpiar nuestro hogar:

1. “Quienes no cuidan los objetos, tampoco cuidan de las personas”. No debemos olvidar que cada objeto fue creado con el trabajo de alguien y ser cuidadoso a la hora de limpiarlo muestra respeto y gratitud por ese trabajo.

2. Debemos ser agradecidos con las cosas que alguna vez nos sirvieron. Debemos reciclar lo que ya no necesitamos para que nosotros, o alguien más, podamos seguir usándolo.

3. “Si empezamos en silencio, rodeados por la calma, cuando la vegetación y las personas de alrededor aún duermen, nuestro corazón se sentirá en paz, y nuestra mente, despejada”. Es por eso que debemos comenzar a limpiar a primera hora del día. Antes de dormir, debemos ordenar un poco para poder empezar la limpieza al día siguiente.

4. Debemos abrir las ventanas y dejar que circule el aire por toda la casa antes de comenzar a limpiar. El aire puro hará que tengamos más ganas de limpiar y además nos permitirá “entrar en contacto con la fragilidad humana, la naturaleza y la fuerza de la vida”.

5. No dejes platos sucios ni residuos de comida durante la noche. Los platos se lavan al finalizar el día y la basura orgánica se convierte en composta para las plantas. Todo en el hogar funciona como un ecosistema.

6. Cuando estés limpiando piensa sólo en la tarea que estás realizando en ese momento. Evita que tu mente divague o se concentre en otras cosas. Mantén tu atención en el aquí y el ahora de la tarea que realizas.

7. Siempre divide la limpieza con el resto de los miembros de la familia o las personas con las que compartes la casa. Así aprenderás a valorar el trabajo de los demás y entenderás que dependemos los unos de los otros.


viernes, 4 de agosto de 2017

Aunque tu no lo Sepas




"Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos.

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.
Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas".


Luis García Montero
Poema perteneciente al libro "Habitaciones separadas", de fecha 1994

jueves, 1 de junio de 2017

El viejo Lao




Lao Tsé no fundó ninguna escuela, al contrario de lo que hizo Confucio. No sentía ni el deseo ni la necesidad de hacerlo. Porque no tenía la intención de difundir una doctrina. Vislumbró para sí las grandes conexiones universales, y vertió dificultosamente lo visto en palabras, abandonando a otros espíritus afines de épocas posteriores la tarea de seguir independientemente sus indicaciones, y contemplar por sí mismos el conjunto del mundo, las verdades que había descubierto...
En todos los tiempos han existido pensadores que levantaron la vista por encima de los fenómenos pasajeros de la vida humana, hacia el sentido eterno del proceso cósmico, cuya grandeza desafía toda conceptualización; en él encontraron la paz y el alivio que resultan de la capacidad de restarle importancia a la así llamada seriedad de la vida, una seriedad que carece de valor esencial intrínseco. Pero son unas pocas personas aisladas; por su misma naturaleza, esta manera de interpretar la vida no se puede cultivar en masa...
En épocas posteriores hubo incluso varios discípulos fieles de Confucio que, impulsados por los golpes del infortunio, volvieron a reflexionar sobre el sentido de la vida, abandonaron todo el lujo y la pena del mundo, y se retiraron a un tranquilo rincón en la montaña o a orillas del mar, buscando en las líneas del Tao Te King una explicación para sus vivencias.
Cerca de Tsing-Tao se encuentra una montaña llamada Lao Shan que la literatura china elogia como la Isla de los Santos. En ella, románticos barrancos cobijan monasterios recónditos, disimulados entre bosques de bambú y envueltos en una vegetación casi subtropical, desde los cuales la vista abarca la amplitud del mar azul. En aquella soledad montañosa, más de un alto cargo fracasado en las intrigas de la corte imperial encontró la paz interior mediante la contemplación de la naturaleza pura y la interpretación de los aforismos del Tao Te King.

Existe una descripción de los famosos parajes de Lao Shan, difundida únicamente en estos monasterios en forma de copias, de las que me procuré un ejemplar. Data de aquellaos tiempos salvajes en que la decadente dinastía Ming fue suplantada por la casa del soberano actual. Un censor imperial aprovechó el involuntario ocio de su edad avanzada para confeccionar estas descripciones. Casi cada renglón exhala la influencia del "Viejo". Nada más empezar, los propósitos de la introducción reflejan su característico espíritu: "Todo ser recibe su verdadero valor por el hecho de poder brillar con luz propia gracias al contacto con las profundidades del fondo cósmico. Pero: el gran arte no conoce el adorno, la gran VIDA no es aparente, la piedra preciosa tiene una cáscara áspera. ¿Cómo es posible conciliar esto? Comprendiendo que la verdadera luz no precisa ser reconocida por el hombre, sino que más bien se avergüenza de su luminosidad. La importancia de las cosas buenas del Cielo y la Tierra no se basa en su posible utilidad para los fines humanos. Incluso se puede decir que lo que no posee tanta grandeza intrínseca que desde afuera no se le pueda añadir nada, no merece la calificación de grande."...
...El japonés arriba mencionado dice de sí mismo: "Aunque nacido dos mil años más tarde, me esforcé, a lo largo de mi vida, en contribuir a la realización de las enseñanzas de Confucio, las cuales seguía con toda fidelidad. Pero se puede decir que sobreestimé mis fuerzas. Ahora tengo casi setenta años y se aproxima el final de mis días. Mi voluntad sigue firme, pero las fuerzas de mi cuerpo se están debilitando. Aquí me veo, sentado, contemplando la permutabilidad de todas las condiciones y observando cómo todo camina hacia su declive. Y aunque surgiera entre nosotros un sabio, tampoco sería ya capaz de arreglar las cosas. Vivimos la misma coyuntura otoñal de aquel tiempo en que Lao Tan escribió sus cinco mil palabras. En esta fase terminal más vale el "No-hacer" del "Viejo" que el "SENTIDO de los reyes antiguos"


Extracto de la introducción de Richard Wilhelm a su versión del Tao Te King, Editorial Sirio S.A., ISBN 84-7808-057-0



sábado, 27 de mayo de 2017

La gran lección de las cosas que pasan




"Todo pasa. El alma asiste, inmóvil, al evento de las alegrías, de las tristezas y de las muertes de que se compone la vida. Ha recibido "la gran lección de las cosas que pasan". Ha necesitado mucho tiempo para reconocer en ese decorado ambiente, la línea íntima y estable de la formación interior. Ha caminado a tientas a través de todas las cosas; ha hecho de las pasiones su espejo pasajero. 
Los hombres, al querer embellecer el alma, se han creído en la obligación de adornarla con creencias y principios, lo mismo que engalanan con pedrerías y oro a los santos de sus santuarios, pero el alma sólo es bella cuando está desnuda".

M. Yourcenar


lunes, 22 de mayo de 2017

Arreglar el mundo




Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.
Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar, el científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo.
De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: “como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamada calmadamente. 
- Papá, Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo. 
Al principio el Padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que a su edad, haya conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.
Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible?, Cómo el niño había sido capaz?
–Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?
–Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre. Así, que di vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.

Gabriel García Márquez


viernes, 19 de mayo de 2017

16 de Agosto de 1978




Querida Francesca: 

Espero que te encuentres bien. No sé cuándo recibirás esta carta. Algún tiempo después de mi partida. Tengo sesenta y cinco años, y hoy hace trece que nos conocimos, cuando entré en tu sendero para pedir indicaciones.

Espero que este paquete no perturbe tu vida en modo alguno. No podría soportar pensar que las cámaras queden en estuches gastados en algún negocio de segunda mano, o en poder de un desconocido. Estarán bastante estropeadas cuando te lleguen. Pero no tengo a quien dejárselas, y te ruego que me perdones por ponerte en riesgo enviándotelas. 

Entre 1965 y 1975 estuve casi todo el tiempo viajando. Para alejar la tentación de llamarte o ir a verte, una tentación que tengo virtualmente en todos mis momentos de vigilia. Acepté todas las misiones que pude fuera del país. A veces, muchas veces, me dije: "Al diablo, me voy a Winterset. Iowa, y me llevo a Francesca conmigo a cualquier costo". 

Pero recuerdo tus palabras, y respeto tus sentimientos. Tal vez tengas razón; no lo sé. Lo que sé es que salir de tu sendero esa calurosa mañana de un viernes fue lo más duro que me tocó hacer en la vida. En realidad dudo de que muchos hombres hayan hecho jamás algo tan difícil. 

Dejé el National Geographic en 1975 y dediqué el resto de mis años de fotógrafo a cosas elegidas por mí, haciendo algún trabajo donde lo encontraba, temas locales o regionales que sólo me obligan a estar afuera por unos días cada vez. Desde el punto de vista financiero es duro, pero me las arreglo. Siempre me las he arreglado. Gran parte de mi trabajo gira alrededor de Puget Sound, y eso me gusta. Parece que cuando los hombres envejecen se acercan al agua. 

Ahora tengo un perro, un perdiguero dorado. Lo llamo "Camino", y viaja conmigo casi todo el tiempo, sacando la cabeza por la ventanilla, buscando buenas presas. En el setenta y dos me caí de un acantilado en Maine, en el parque nacional de Acadia, y me fracturé un tobillo. Con la caída se rompieron la cadena y el medallón. Afortunadamente cayeron cerca. Los encontré y mandé repararla cadena a un joyero. 

Vivo con el corazón cubierto de polvo. Esa es la mejor manera en que puedo expresarlo. Hubo mujeres antes de ti, algunas, pero después de ti ninguna. No hice ningún voto de celibato; sencillamente no me interesan. 

Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento. 

En mi imaginación, en mañanas neblinosas o en tardes en que el sol se pone sobre las aguas al noroeste, trato de pensar qué puede ser de tu vida y qué estarás haciendo mientras pienso en ti. Nada complicado... salir al jardín, sentarte en la hamaca del porche, estar de pie ante la pileta de la cocina. Cosas así. Recuerdo todo. Tu olor, tu sabor de verano. La sensación de tu piel contra la mía, tus susurros cuando te amaba. 

Una vez Robert Penn Warren usó esta frase: "... un mundo que parece abandonado de Dios...". No está mal, se parece bastante a lo que siento a veces. Pero no puedo vivir siempre así. Cuando esos sentimientos se hacen demasiado intensos, cargo las cosas en Harry y me voy de viaje por unos días con Camino. 

No me gusta tenerme lástima. No soy de esa clase de hombre. Y la mayor parte del tiempo no me siento así. En cambio me siento agradecido por haberte encontrado. Podríamos haber pasado uno junto al otro sin percibirnos, como dos porciones de polvo cósmico. 

Dios o el universo, o lo que uno elija para nombrar los grandes sistemas de equilibrio y orden, no reconoce el tiempo terrestre. Para el universo, cuatro días no es distinto de cuatro mil millones de años luz. Yo trato de tenerlo siempre presente. Pero, al fin y al cabo, no soy más que un hombre. Y todas las elucubraciones filosóficas que puedo conjurar no me salvan de desearte, todos los días, a cada momento ni del despiadado gemido del tiempo, el tiempo que nunca puedo pasar contigo, dentro de mi cabeza. 

Te amo profundamente, totalmente. Y será siempre así. 

El Ultimo cowboy, Robert 

P.S.: El verano pasado le puse un motor nuevo a Harry. Anda muy bien.



10 de Septiembre de 1965




Querida Francesca: 

Te envío dos fotografías. Una es la que te tomé en el campo a mediodía. Espero que te guste tanto como a mí. La otra es de Roseman Bridge antes que yo retirara la nota que tú habías clavado allí con una tachuela. 

Estoy sentado aquí, recorriendo las zonas grises de mi mente en busca de cada detalle, cada momento que pasamos juntos. Me pregunto una y otra vez, "¿Qué pasó en Madison County, Iowa?", y trato de armarlo todo. Por eso escribí el breve texto "Al caer de la dimensión Z" que te envío, en un intento de aclarar mi confusión. 

Miro a través de un lente, y estás tú en el otro extremo. Empiezo a escribir un artículo, y estoy escribiendo sobre ti. Ni siquiera sé muy bien cómo volví aquí desde Iowa. De alguna manera el viejo camión me trajo a casa, pero apenas recuerdo los kilómetros que recorría. 

Hace unas semanas me sentía equilibrado, razonablemente satisfecho. Tal vez no profundamente feliz, tal vez un poco solo, pero al menos contento. Ahora todo ha cambiado. 

Ahora sé que estuve yendo hacia ti, y tú hacia mí desde hace largo tiempo. Aunque ninguno de los dos percibía al otro antes que nos conociéramos, había una especie de certeza inconsciente que cantaba alegremente bajo nuestra ignorancia, asegurando que nos reuniríamos. Como dos pájaros solitarios que vuelan por las grandes praderas por designio de Dios, en todos estos años y estas vidas hemos estado yendo el uno hacia el otro. 

El camino es un lugar extraño. Por él andaba yo arrastrando los pies y allí estabas tú, caminando por el pasto hacia mi camión un día de agosto. Viéndolo retrospectivamente parece inevitable (no pudo haber sido de ninguna otra manera), un caso de lo que yo llamo la alta probabilidad de lo improbable. De manera que aquí estoy, andando por ahí con otra persona dentro de mí. Aunque creo que lo expresé mejor el día que nos separamos, cuando dije que hay una tercera persona que hemos creado de nosotros dos. Y ahora me acecha ese otro ser. 

De alguna manera tenemos que volver a vernos. En cualquier lugar, en cualquier momento. Puedo ocuparme de los pasajes de avión, si eso es un problema. Me voy al sudeste de la India la semana que viene, pero estaré de vuelta a fines de octubre. 

Te amo. Robert. 

PS: El proyecto de fotografía en Madison County salió muy bien. Búscalo en NG el año que viene. O dime si quieres que te mande un ejemplar del número cuando se publique. 


Adiós a Marianne




Marianne fue diagnosticada de leucemia. Sabía que se estaba muriendo y un íntimo amigo suyo escribió a Cohen para comunicarle la noticia. Leonard le escribió entonces unas palabras que se han convertido en su última gran carta de amor.



Bueno, Marianne, ha llegado el momento en el que somos tan viejos y nuestros cuerpos se están desmoronando, que creo que te seguiré muy pronto.

Estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, podrás alcanzar la mía. Sabes que siempre te he querido por tu belleza y por tu sabiduría, pero ahora solo quiero desearte un buen viaje. Adiós, vieja amiga. Mi amor infinito, nos vemos al final del camino.

Leonard.

lunes, 15 de mayo de 2017

Prefacio a las Flores del mal




Prefacio a las Flores del mal

Charles Baudelaire

Este libro no ha sido escrito para mis mujeres, mis hijas o mis hermanas, las hijas o las hermanas de mi vecino. Dejo esta tarea a los que se muestran interesados en confundir las buenas acciones con el lenguaje bello.

Sé que el amante apasionado del bello estilo se expone al odio de las multitudes; mas ningún respeto humano, ningún falso pudor, ninguna coalición, ningún sufragio universal, podrán obligarme a hablar la jerga incomprensible de este siglo, ni a confundir la tinta con la virtud.

Ilustres poetas, hace tiempo que se repartieron las provincias más florecientes del terreno poético. Me ha complacido, y tanto más cuanto la tarea presentaba crecientes dificultades, extraer la belleza del mal. Este libro, esencialmente inútil y absolutamente inocente, no tiene otro fin que divertirme y estimular mi gusto apasionado por la dificultad.

Algunos han apuntado que estas poesías podrían dañar; no he sentido alegría por ello. Otros, almas buenas, que podían hacer bien; no me he afligido. El temor de unos y la esperanza de otros me resultan extraños y no han servido más que para probarme, una vez más, que este siglo había olvidado todas las nociones clásicas concernientes a la literatura.

Pese a los auxilios que determinados pedantes célebres han aportado a la natural estupidez del hombre, nunca hubiera sospechado que nuestra patria pudiera caminar a tal velocidad por la vía del progreso. Este mundo ha adquirido tal espesor de vulgaridad, que imprime al desprecio por el hombre espiritual la violencia de una pasión. Pero existen felices caparazones en los cuales el veneno no podrá jamás abrirse paso.

En un principio, acaricié la idea de contestar a las numerosas críticas, y explicar al mismo tiempo algunas cuestiones muy simples, totalmente oscurecidas por las modernas luces: ¿Qué es la poesía? ¿Cuál es su objeto? De la distinción del Bien y lo Bello; de la belleza en el Mal; que el ritmo y la rima obedecen en el hombre a imperecedoras necesidades de monotonía, de simetría, de sorpresa; de la adaptación del estilo al asunto; de la vanidad y el peligro de la inspiración, etc., etc.; sin embargo, cometí la imprudencia de leer esta mañana algunos papeles públicos; repentinamente, una lasitud como el peso de veinte atmósferas se abatió sobre mí, y me he visto paralizado ante la espantosa inutilidad de explicar cualquier cosa a quien fuese. Quienes saben, me pueden adivinar, y para los que no quieren o no pueden comprenderme, amontonaría en vano las explicaciones.

C. B.


martes, 21 de marzo de 2017

Este amor




Este amor
Tan violento
Tan frágil
Tan tierno
Tan desesperado
Hermoso como el día
Y malo como el tiempo
Cuando el tiempo es malo
Este amor tan verdadero
Este amor tan hermoso
Tan feliz
Tan alegre
Y tan irrisorio
Tembloroso de miedo como un elefante en la oscuridad
Y tan seguro de sí
Como un hombre tranquilo en medio de la noche
Este amor que inspiraba temor a los demás
Que los hacía hablar
Que los hacía palidecer
Este amor acechado
Porque nosotros los acechábamos
Acorralado herido pisoteado acabado negado olvidado
Porque nosotros los habíamos acorralado herido
pisoteado acabado negado olvidado
Este amor todo entero
Tan viviente aún
Y radiante de sol
Es el tuyo
Es el mío
El que fue
Ese amor siempre nuevo
Y que no ha cambiado
Tan verdadero como una planta
Tan trémulo como un pájaro
Tan cálido tan viviente como el verano
Podemos los dos
Ir y venir
Podemos olvidar
Y luego volver a dormirnos
Despertarnos sufrir envejecer
Dormirnos otra vez
Soñar con la muerte
Despertarnos sonreír y reír
Y rejuvenecer
Nuestro amor está allí
Terco como una mula
Viviente como el deseo
Cruel como la memoria
Tonto como las quejas
Tierno como el recuerdo
Frío como el mármol
Hermoso como el día
Frágil como un niño
Nos mira sonriendo
Y nos habla sin decir nada
Y yo lo escucho temblando
Y le ruego
Ruego por ti
Ruego por mí
Te suplico
Por ti por mí por todos aquellos que se aman
Y que son amados
Sí yo le ruego
Por ti por mí y por todos los otros
A quienes no conozco
Quédate allí
Allí donde estás
Allí donde estabas antes
Quédate allí
No te muevas
No te mueras
Nosotros los amados
Te hemos olvidado
Tú no nos olvides
Sólo a ti te teníamos en la tierra
No dejes que nos pongamos fríos
Mucho más lejos cada vez
Y no importa dónde
Danos señales de vida
Mucho más tarde en el rincón de un bosque
En la selva de la memoria
Aparece de pronto
Tiéndenos la mano
Y sálvanos.

Jacques Prevert
(Paroles, 1945)


jueves, 16 de marzo de 2017

Verdad y violencia




Vivimos en crisis, y tal vez nos parezca interesante hacerlo. 
Además, también nos sentimos culpables por ello, como si no tuviéramos que estar en crisis. Como si fuéramos tan sabios, tan capaces, tan bondadosos, tan razonables, que la crisis debiera ser en todo momento impensable. Es sin duda este "debiera", este "tuviera", lo que hace a nuestra era tan interesante que de ningún modo puede ser una época de sabiduría, ni siquiera de razón. Creemos saber lo que debiéramos estar haciendo, y nos vemos mover, con la inexorable premeditación de una máquina descompuesta, haciendo lo opuesto.

¡Un fenómeno tan absorbente que no podemos dejar de observar, medir, discutir, analizar, y quizás deplorar! Pero la cosa continúa. Y, como dijo Cristo sobre Jerusalén, no conocemos las cosas que hacen a nuestra paz. Estamos viviendo en la mayor revolución de la historia, un enorme cataclismo espontáneo de la especie humana íntegra: no la revolución planificada y llevada a cabo por algún partido, raza o nación particular, sino un profundo y elemental hervor desbordante de todas las contradicciones internas que siempre habitaron al hombre, una revelación de las fuerzas caóticas dentro de cada cual. No es algo que hayamos elegido, ni es algo que podamos eludir.

Esta revolución es una profunda crisis espiritual del mundo entero, manifestada vastamente con desesperación, cinismo, violencia, conflicto, auto-contradicción, ambivalencia, temor y esperanza, duda y creencia, creación y destructividad, progreso y regresión, apego obsesivo a imágenes, ídolos, slogans, programas que embotan la angustia general sólo por un momento hasta que estalla por doquier de un modo más agudo y terrorífico.
¡No sabemos si estamos construyendo un mundo fabulosamente maravilloso o destruyendo todo lo que teníamos, todo lo que habíamos logrado!. Toda la fuerza interna del hombre está hirviendo y estallando, lo bueno junto con lo malo, lo bueno emponzoñado por lo malo y combatiéndolo, lo malo simulando ser bueno y manifestándose con los crímenes más espantosos, justificados y racionalizados mediante las intenciones más puras e inocentes. El hombre está preparado para convertirse en un dios, y en cambio a veces luce como un zombie. Y así tememos reconocer nuestro kairos [*] y aceptarlo.

Esta época manifiesta en nosotros una distorsión básica, una arraigada falta de armonía moral contra la cual leyes, sermones, filosofías, autoridad, inspiración, creatividad y hasta aparentemente el mismo amor parecerían no tener poder alguno. Por el contrario, si en su desesperada esperanza, el hombre se vuelve a todas estas cosas, ellas parecen dejarlo más vacío, más frustrado, más angustiado que antes. Nuestra enfermedad es la enfermedad del amor desordenado, del amor propio que simultáneamente se da cuenta que es odio propio e instantáneamente se vuelve fuente de destructividad indiscriminada, universal.
Es la otra cara de la moneda que era corriente en el siglo XIX: la creencia en el progreso indefinido, en la suprema bondad del hombre y de todos sus apetitos. Lo que en Norteamérica se toma por optimismo, aún optimismo cristiano, es la indefectible esperanza de que las actitudes de los siglos XVIII y XIX pueden seguir siendo válidas sólo mediante la decisión de sonreír, aún cuando el mundo entero se esté cayendo a pedazos. Nuestras sonrisas son los síntomas de la enfermedad.

Estamos viviendo bajo una tiranía de la falsedad que se afirma en el poder y establece un control más total sobre los hombres a medida que estos se autoconvencen de que están resistiendo el error. Nuestra sumisión a las mentiras plausibles y pragmáticas nos enreda en más grandes y obvias contradicciones, y para ocultárnoslas a nosotros mismos necesitamos más grandes y siempre menos plausibles mentiras.

La falsedad básica está constituida por la mentira de que estamos completamente dedicados a la verdad, y de que podemos estar dedicados a la verdad de un modo que es al mismo tiempo honesto y exclusivo: que tenemos el monopolio absoluto de la verdad absoluta, así como nuestro adversario ocasional tiene el monopolio absoluto del error. Luego nos autoconvencemos de no podremos preservar nuestra pureza de visión ni nuestra sinceridad interior si entramos en diálogos con el enemigo, pues él nos corromperá con su error.

Finalmente, creemos que no puede preservarse la verdad a menos que destruyamos al enemigo -porque, como lo hemos identificado con el error, destruirlo es destruir el error. El adversario, por supuesto, tiene sobre nosotros exactamente la misma política básica por la cual defiende la "verdad". Él nos ha identificado con la deshonestidad, la insinceridad y la falsedad. Piensa que si nosotros somos destruidos, no quedará en pie otra cosa que la verdad.
Si persiguiéramos realmente la verdad, comenzaríamos lenta y trabajosamente a despojarnos, una por una, de todas nuestras envolturas de ficción y engaño: o al menos deberíamos desear hacerlo, pues las meras ganas no nos capacitan para lograrlo. Por el contrario, el que mejor puede señalar nuestro error y ayudarnos a verlo es el adversario que queremos destruir. Y esta es quizás la razón por la cual queremos destruirlo. Del mismo modo, nosotros podemos ayudarlo a ver su error, y esa es la razón por la que él busca destruirnos. (...)

La crisis del actual momento histórico es la crisis de la civilización occidental: más precisamente de la civilización europea, la civilización que fue fundada sobre la cultura grecorromana del Mediterráneo, y vigorizada por la gradual incorporación de los invasores bárbaros dentro de la cultura religiosa judeo-romano-cristiana del decaído Imperio Romano. Yo nací dentro de esta crisis. Mi vida entera ha sido modelada por esta crisis. ¡En esta crisis se consumirá mi vida, aunque, espero, no sin sentido! (...)

He aquí un aserto de Mahatma Gandhi que sintetiza clara y concisamente toda la doctrina de la no violencia: "El camino de la paz es el camino de la verdad". "La veracidad es aún más importante que la paz. Por cierto que la mentira es la madre de la violencia. Un hombre veraz no puede permanecer por mucho tiempo siendo violento. En el curso de su búsqueda él percibirá que no necesita ser violento, y descubrirá además que, mientras exista en él la menor traza de violencia, fracasará en hallar la verdad que está buscando".

¿Por qué no creemos esto inmediatamente? ¿Por qué lo ponemos en duda? ¿Por qué parece imposible? Simplemente porque todos somos, de algún modo, mentirosos. La madre de todas las demás mentiras es la mentira que persistimos en decirnos a nosotros mismos, acerca de nosotros mismos. Y ya que no nos mentimos en forma suficientemente descarada como para creernos nuestras propias mentiras individualmente, unificamos todas nuestras mentiras y las creemos porque se han convertido en la gran mentira proferida por la vox populi, y este tipo de mentira la aceptamos como la última verdad. "Un hombre veraz no puede permanecer por mucho tiempo siendo violento". Pero un hombre violento no puede iniciar la búsqueda de la verdad.

De entrada nomás, él quiere haberse asegurado de que su enemigo es violento y de que él mismo es pacífico. Ya que entonces su violencia está justificada. ¿Cómo puede enfrentar la desconsoladora tarea de entrar a reconocer el gran mal que hay dentro suyo y que necesita ser curado? Es mucho más fácil enmendar las cosas viendo el mal de uno encarnado en un chivo emisario, y destruir el chivo y mal juntos. Gandhi no quiere decir que debamos aguardar volvernos no violentos por el deseo de serlo. Sino que todo aquel que se percata oscuramente de su necesidad de verdad debería buscarla por medio de la no violencia, puesto que realmente no existe otro medio.

Podrán no tener un éxito total. Sus éxitos podrán ser en realidad muy escasos. Pero por una pequeña cantidad de buena voluntad comenzarán a acceder a la verdad, y por medio de ellos habrá al menos una pequeña verdad en la oscuridad de un mundo violento. Esta idea de Gandhi no puede ser, sin embargo, entendida si no recordamos su optimismo básico respecto de la naturaleza humana.

Él creía que en las ocultas profundidades de nuestro ser, profundidades que se hallan demasiado a menudo aisladas de nuestro modo consciente e inmoral de vida, somos más verdaderamente no violentos que violentos. Él creía que para nosotros el amor es más natural que el odio. Que "la Verdad es la ley de nuestro ser". Si esto no fuese así, entonces "mentir" no sería la "madre de la violencia".

La mentira introduce violencia y desorden en nuestra propia naturaleza. Nos divide contra nosotros mismos, nos aliena de nosotros mismos, nos hace enemigos de nosotros mismos y de la verdad que está en nosotros. De esta división es que surge el odio y la violencia. Odiamos a los demás porque no podemos soportar el desorden, la intolerable división que hay en nosotros. Somos violentos con los demás porque ya estamos divididos por la violencia interior de nuestra infidelidad a nuestra propia verdad. El odio proyecta esta división fuera nuestro, en la sociedad. (...)


Thomas Merton, monje del Cister.



[*] Tenemos una sola palabra para el "tiempo". Los griegos tenían dos: chronos y kairos. Chronos es el tiempo del reloj, el tiempo que se mide. Kairos no es el tiempo cuantitativo sino el tiempo cualitativo de la ocasión. Todos experimentamos en nuestras vidas la sensación de que llegó el momento adecuado para hacer algo, que estamos maduros, que podemos tomar una decisión determinada.

jueves, 16 de febrero de 2017

Salto a la oscuridad




Vivir es una forma de no estar seguro, de no saber lo que vendrá después ni en qué forma.
En el momento en que sepamos cómo, empezaremos a morir un poco. Los artistas nunca sabemos nada del todo. Suponemos. Podemos estar equivocados, pero aún así nos lanzamos de un salto a la oscuridad una y otra vez.

Agnes de Mille

domingo, 12 de febrero de 2017

Esta boca...




“A los catorce [parece que fue ayer] el rey Melchor se lo hizo bien conmigo y me trajo, por fin, una guitarra. Aquel adolescente ensimismado que era yo, con granos y complejos, en lugar de empollar física y química, mataba las horas rimando, en un cuaderno a rayas, versos llenos de odio contra el mundo y los espejos. El mundo, lejos de sentirse aludido, seguía girando [que es lo suyo], desdeñoso, sin importarle un carajo mi existencia. Y los espejos, cabrones, en vez de consolarme con mentiras más o menos piadosas, me sostenían cruelmente la mirada.

Vivía en un sitio que se llamaba Úbeda. Algunas noches, mientras mis padres dormían, me daban las diez y las once y las doce y la una practicando con sordina, en mi flamante guitarra, los acordes de Blanca y radiante va la novia, o iniciándome en el furtivo y noble arte de la masturbación, o suspirando por mi vecina, una rubia de bote que suspiraba por un idiota moreno que tenía una bici de carreras y jugaba al baloncesto. Sólo se me ocurrían tres maneras de atraer su atención: triunfar en el toreo, atracar un banco o suicidarme. Lo malo es que las tres exigían una sobredosis de valor que yo [¡ay de mí!] no poseía. Yo poseía mi cuaderno a rayas cada vez más lleno de ripios contra el mundo, mi guitarra, cada vez más desafinada… Y un plano del paraíso, que resultó ser falso. Y la vida, previsible y anodina, como una tarde de lluvia en blanco y negro.

Pero en la pantalla del Ideal Cinema, cuando no daban una de romanos, el viento golfo de Manhattan le subía la falda a Marilyn y era domingo, y no había clase, y los niños de provincias soñábamos despiertos y en technicolor con pájaros que volaban y se comían el mundo. Y el mundo que quería comerse los pájaros que anidaban en mi cabeza… pongamos que se llamaba Madrid.

Así que un día me subí, sin billete de vuelta, al vagón de tercera de uno de aquellos sucios trenes que iban hacia el Norte, me apeé en la estación de Atocha y aprendí que las malas compañías no son tan malas y que se puede crecer al revés de los adultos; y supe, al fin, a qué saben los aplausos y los besos y el alcohol y la resaca y el humo y la ceniza, y lo que queda después de los aplausos y los besos y el alcohol y la resaca y el humo y la ceniza. Tal vez por eso mis canciones quieren ser un mapamundi del deseo, un inventario de la duda, siete crisantemos con espinas.

Y cuando las cartas vienen malas y amenaza tormenta y los dioses se ponen intratables y los hoteles no son dulces y todas las calles se llaman Melancolía, todavía fantaseo con debutar sin picadores o con desvalijar sucursales de Banesto o con probar mi suerte a la ruleta rusa, pero ahora, en lugar de tirarme en Las Ventas de espontáneo, o de escribirle una carta póstuma a Garzón, o de ahorrar para una Smith & Wesson del Especial, escribo en technicolor la canción de las noches perdidas, para vengarme de tantas tardes de lluvia en blanco y negro, de tantos hombres de traje gris, de tantas rubias de bote que se van con idiotas morenos que juegan al baloncesto, de tantas bocas adorables que nunca fueron mías, que nunca serán mías.

Aquellos granos trajeron estas cicatrices y aquellos Mihuras que nunca toreé me cosieron a cornadas el alma. Pero no me quejo; tengo amigos y memoria y risas y trenes y bares y una salud de hierro y un puñado de canciones recién salidas del horno que me tienen (dejadme que os lo cuente) orgulloso como un padre primerizo que babea. Y, de cuando en cuando, una rubia de bote me tira un beso, desde el público, aprovechando un despiste de su novio; ese idiota moreno que juega al baloncesto.

¿Qué a qué viene todo esto? Pues a que anochece y está lloviendo y los periódicos hablan de elecciones y yo no sabía como hablaros de esta boca que es, desde ahora y para siempre, más vuestra ya que mía.”

Joaquín Sabina


lunes, 30 de enero de 2017

Red tendida




"Cada acción genera una fuerza de energía que regresa a nosotros de igual manera… Cosechamos lo que sembramos.
Y cuando optamos por acciones que les producen alegría y éxito a los demás, el fruto de nuestro karma es también alegría y éxito.
El Karma es la afirmación eterna del libre albedrío... Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestros actos son los hilos de la red que tendemos a nuestro alrededor."

Swami Vivekananda

domingo, 29 de enero de 2017

Afinidad




No en cómo un alma se acerca a otra, sino en cómo se aleja de ella, reconozco yo su afinidad y homogeneidad con la otra.

F. Nietzsche - Humano, demasiado humano. Un libro para espíritus libres.


domingo, 22 de enero de 2017

17 Haikus




Después de un viaje a Japón, el escritor argentino Jorge Luis Borges publicó en su libro La cifra (1981) estos 17 haikus:

1

Algo me han dicho
la tarde y la montaña.
Ya lo he perdido.

2

La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.

3

¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?

4

Callan las cuerdas.
La música sabía
lo que yo siento.

5

Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.

6

Oscuramente
libros, láminas, llaves
siguen mi suerte.

7

Desde aquel día
no he movido las piezas
en el tablero.

8

En el desierto
acontece la aurora.
Alguien lo sabe.

9

La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.

10

El hombre ha muerto.
La barba no lo sabe.
Crecen las uñas.

11

Ésta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.

12

Bajo el alero
el espejo no copia
más que la luna.

13

Bajo la luna
la sombra que se alarga
es una sola.

14

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?

15

La luna nueva
ella también la mira
desde otro puerto.

16

Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.

17

La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.


Jorge Luis Borges


[...] Este número 17 coincide curiosamente con el número de las sílabas que componen cada haiku japonés. No sé si esto es intencionado o si se trata de pura coincidencia. [...]




lunes, 9 de enero de 2017

Himno a la Materia




"Bendita seas tú, áspera Materia, gleba estéril, dura roca, tú que no cedes más que a la violencia y nos obligas a trabajar si queremos comer. 
Bendita seas, peligrosa Materia, mar violenta, indomable pasión, tú que nos devoras si no te encadenamos. 
Benditas seas, poderosa Materia, evolución irresistible, realidad siempre naciente, tú que haces estallar en cada momento nuestros esquemas y nos obligas a buscar cada vez más lejos la verdad. 
Bendita seas, universal Materia, duración sin límites, éter sin orillas, triple abismo de las estrellas, de los átomos y de las generaciones, tú que desbordas y disuelves nuestras estrechas medidas y nos revelas las dimensiones de Dios. 
Bendita seas, Materia mortal, tú que, disociándote un día en nosotros, nos introducirás, por fuerza, en el corazón mismo de lo que es.
Sin ti, Materia, sin tus ataques, sin tus arranques, viviríamos inertes, estancados, pueriles, ignorantes de nosotros mismo y de Dios. 
Tú que castigas y que curas, tú que resistes y que cedes, tú que trastruecas y que construyes, tú que encadenas y que liberas, savia de nuestras almas, mano de Dios, carne de Cristo, Materia, yo te bendigo. 
Yo te bendigo, Materia, y te saludo, no como te describen, reducida o desfigurada, los pontífices de la ciencia y los predicadores de la virtud, un amasijo, dicen, de fuerzas brutales o de bajos apetitos, sino como te me apareces hoy, en tu totalidad y tu verdad. 
Te saludo, inagotable capacidad de ser y de transformación en donde germina y crece la sustancia elegida. 
Te saludo, potencia universal de acercamiento y de unión mediante la cual se entrelaza la muchedumbre de las mónadas y en la que todas convergen en el camino del Espíritu. 
Te saludo, fuente armoniosa de las almas, cristal límpido de donde ha surgido la nueva Jerusalén. 
Te saludo, medio divino, cargado de poder creador, océano agitado por el Espíritu, arcilla amasada y animada por el Verbo encarnado. 
Tú, Materia, reinas en las serenas alturas en las que los santos se imaginan haberte dejado a un lado; carne tan transparente y tan móvil que ya no te distinguimos de un espíritu. 
¡Arrebátanos, oh, Materia, allá arriba, mediante el esfuerzo, la separación y la muerte; arrebátame allí en donde al fin sea posible abrazar castamente al Universo. "


Pierre Teilhard de Chardin


jueves, 5 de enero de 2017

Misión de la Literatura





Todo resuena, apenas se rompe el equilibrio de las cosas. Los árboles y las yerbas son silenciosas; el viento las agita y resuenan. El agua está callada: el aire la mueve, y resuena; las olas mugen: algo las oprime; la cascada se precipita: le falta suelo; el lago hierve: algo lo calienta.  
Son mudos los metales y las piedras, pero si algo los golpea, resuenan.  Así el hombre. Si habla, es que no puede contenerse; si se emociona, canta; si sufre, se lamenta. Todo lo que sale de su boca en forma de sonido se debe a una ruptura de su equilibrio.
La música nos sirve para desplegar los sentimientos comprimidos en nuestro fuero interno. Escogemos los materiales que más fácilmente resuenan y con ellos fabricamos instrumentos sonoros: metal y piedra, bambú y seda, calabazas y arcilla, piel y madera.  El cielo no procede de otro modo, también él escoge aquello que más fácilmente resuena: los pájaros en la primavera; el trueno en verano; los insectos en otoño; el viento en invierno.  Una tras otra, las cuatro estaciones se persiguen en una cacería que no tiene fin.  Y su transcurrir, ¿no es también una prueba de que el equilibrio cósmico se ha roto?
Lo mismo sucede entre los hombres; el más perfecto de los sonidos humanos es la palabra; la literatura, a su vez, es la forma más perfecta de la palabra.
Y así, cuando el equilibrio se rompe, el cielo escoge entre los hombres a aquellos que son más sensibles, y los hace resonar.


Han Yü - Título y versión de Octavio Paz


Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...