lunes, 30 de junio de 2014

Desarma y Sangra




Tu tiempo es un vidrio, 
tu amor un faquir, 
mi cuerpo una aguja, 
tu mente un tapiz. 

Si las sanguijuelas no 
pueden herirte 
no existe una escuela 
que enseñe a vivir. 

El ángel vigía, 
descubre al ladrón, 
le corta las manos, 
le quita la voz. 

La gente se esconde 
o apenas existe, 
se olvida del hombre, 
se olvida de Dios. 

Miro alrededor, 
heridas que vienen 
sospechas que van, 
y aquí estoy 

pensando en el 
alma que piensa 
y por pensar no es alma. 
Desarma y sangra.

Charly García


En Todo te Equivocas




"Aquel exige reconocimiento: hizo por ellos esto o lo otro... pero no hay tampoco don cosechado y provisión hecha. Tu don es circulación de uno a otro. Si no das más, nada diste. Me dirás: "Fui meritorio ayer y conservo el beneficio." Y contestaré "¡No! Habrías muerto con ese mérito si hubieses muerto ayer ciertamente; pero no has muerto ayer. Solo cuenta en que te has transmutado a la hora de la muerte. Del generoso que ayer eras, extrajiste de tí este mezquino de hoy. El que muera será mezquindad."
...Si el centinela se cansa de vigilar el horizonte y se duerme, la ciudad muere. No hay provisión de rondas ya cumplidas. No hay provisión de latidos reservados por tu corazón en algún lugar. Hasta tu granero no es provisión. Es escala. Y labras la tierra al mismo tiempo que la saqueas. Pero en todo te equivocas. Te imaginas descansar de la creación por el acopio de objetos creados en el museo. Apilas allí hasta a tu pueblo. Pero no hay objetos. Hay sentidos diversos de ese mismo objeto en distintas lenguas. No es una misma la piedra negra para el pescador, la cortesana o el mercader. El diamante vale cuando lo extraes, cuando lo vendes, cuando lo das, cuando lo pierdes, cuando lo encuentras, cuando adorna una frente para una fiesta. Nada sé del diamante común. El diamante de todos los días no es más que guijarro vacío. Y bien lo saben las que lo tienen. Ellas lo encierran en el más secreto cofre para que duerma. No lo sacan sino el día del cumpleaños del rey. Entonces se torna movimiento de orgullo. Ellas lo recibieron en la noche de la boda. Era movimiento de amor. Una vez fue milagro para quien rompió su ganga..."

Antoine de Sait-Exupéry - Ciudadela, Cap. CXCVI


Destinos Particulares




"Y creo, antes que nada, en los destinos particulares. Sin mezquindad por ser tan limitados. Porque esta flor única es la ventana abierta sobre el nacimiento de la primavera. Es la primavera transformada en flor. Porque nada sería para mí una primavera que no hubiera formado flores."

Antoine de Saint-Exupéry - Ciudadela, Cap. XXI


domingo, 29 de junio de 2014

Encuentro y Fidelidad




En el amor hay que ser fiel al encuentro con el otro porque vamos a crear un mundo a partir de ese encuentro. Claro, el mundo ejerce una presión contraria y nos dice "cuidado, defiéndase, no se deje abusar por el otro". Con eso se nos está diciendo "vuelvan al comercio ordinario". Entonces, como esa presión es muy fuerte, el hecho de mantener el timón hacia el rumbo, de mantener vivo un elemento de excepción, es ya extraordinario. Hay que pelear por conservar lo excepcional que nos ocurre.

Alain Badiu



Obstinada Aventura




"Digamos que el amor es una obstinada aventura. El lado aventurero es necesario, pero no lo es menos la obstinación. Dejarse caer al primer obstáculo, a la primera divergencia seria, en los primeros aburrimientos, no es sino una desfiguración del amor. Un amor verdadero es aquel que triunfa duraderamente, a veces duramente, sobre los obstáculos que el espacio, el mundo y el tiempo le proponen."

Alain Badiu


sábado, 28 de junio de 2014

Verdad del Amor




Precedentemente ha recordado que Platón ya había atendido al particular vínculo entre amor y verdad. Pero, según usted, ¿en qué es el amor un “procedimiento de verdad”?

En efecto, sostengo que el amor es lo que, en mi jerga de filósofo, yo llamo un “procedimiento de verdad”, es decir, una experiencia en la que un cierto tipo de verdad se construye. Esta verdad es muy simplemente la verdad sobre lo Dos. La verdad de la diferencia como tal. Y pienso que el amor -lo que yo llamo la “escena de lo Dos”- es esta experiencia. En este sentido, todo amor que acepta la prueba, que acepta la duración, que acepta justamente esa experiencia del mundo desde el punto de la diferencia produce a su manera una verdad nueva sobre la diferencia. Esta es la razón por la que todo amor verdadero interesa a la humanidad entera, por muy humilde que pueda ser en apariencia, por muy escondida que parezca. ¡Sabemos bien que las historias de amor apasionan a todo el mundo! El filósofo debe preguntarse por qué nos apasionan.
¿Por qué todos esos filmes, todas esas novelas, enteramente consagradas a historias de amor? Tiene que haber algo universal en el amor para que todas esas historias interesen a un público tan inmenso. Lo que hay de universal es que todo amor propone una nueva experiencia de verdad sobre lo que es ser dos y no uno. Que el mundo pueda ser encontrado y experimentado de otro modo que mediante una conciencia solitaria, he ahí de lo que cualquier amor nos da una nueva prueba. Y esta es la razón por la que nosotros amamos el amor, tal y como lo decía San Agustín, amamos amar, pero amamos también que otros amen. Simplemente, porque amamos las verdades. Ahí está lo que da todo su sentido a la filosofía: la gente ama las verdades, incluso cuando no saben que las aman.

Esa verdad parece tener que ser dicha, usted ha hablado de amor “declarado”. Según usted, en el amor necesariamente hay una etapa de la declaración. ¿Por qué es tan importante el hecho de tener que decir el amor?

Porque la declaración se inscribe en la estructura del acontecimiento. Primero, tenemos un encuentro. Ya he dicho que el amor comienza por el carácter absolutamente contingente y azaroso del encuentro. Es, verdaderamente, el juego del amor y del azar. Y son ineluctables. Existen siempre, a pesar de la propaganda de la que hemos hablado. Pero el azar, en un momento dado, debe ser fijado. Debe comenzar una duración, justamente. Es un problema, cuasi metafísico, muy complicado: ¿cómo un puro azar en el punto de partida va a devenir en el punto de apoyo de una construcción de verdad? ¿cómo esa cosa que no era previsible y parecía ligada a las imprevisibles peripecias de la existencia, sin embargo, va a convertirse en el completo sentido de dos vidas mezcladas, emparejadas, que van a hacer la experiencia prolongada del constante (re)nacimiento del mundo por mediación de la diferencia? ¿Cómo se pasa del puro encuentro a la paradoja de un sólo mundo en el que se descifra que somos dos? En realidad es todo un misterio, Y, por otra parte, ello alimenta también el escepticismo con respecto al amor. ¿Por qué, se dirá, hablar de gran verdad a propósito del hecho, banal, de que alguien, manos a la obra, haya encontrado a su compañero o compañera? Ahora bien, es justamente eso lo que es preciso sostener: una acontecimiento de apariencia insignificante, pero que en realidad es un acontecimiento radical de la vida microscópica, es portador, en su obstinación y en su duración, de una significación universal. Es verdad, sin embargo, que el “azar debe ser fijado”. Es una expresión de Mallarmé: “El azar al fin es fijado...” Él no lo dice a propósito del amor, lo dice a propósito del poema. Pero también se puede aplicar al amor y a la declaración de amor, con las terribles dificultades y angustias diversas que se le asocian. Bien mirado, las afinidades entre poema y declaración de amor son bien conocidas. En los dos casos, hay un riesgo enorme que se endosa al lenguaje. Se trata de pronunciar una palabra cuyos efectos, en la existencia, pueden ser prácticamente infinitos. Y este es, también, el deseo del poema. Las palabras más simples se cargan entonces de una intensidad casi insostenible. Declarar el amor es pasar del acontecimiento encuentro al comienzo de una construcción de verdad. Es fijar el azar del encuentro bajo la forma de un comienzo. Y, por lo general, lo que ahí comienza dura tanto tiempo, está tan cargado de novedad y de experiencia del mundo que, retrospectivamente, no del todo como contingente y azaroso, como sucede con todo principio, sino prácticamente como una necesidad. Así que el azar es fijado: la absoluta contingencia del encuentro con alguien que no conocía acaba por tomar la altura de un destino. La declaración de amor es el paso del azar al destino, y es esa la razón por la que es tan peligrosa, tan cargada de una especie de angustia espantosa. La declaración de amor, por otra parte, no sólo tiene lugar una única vez, puede ser larga, difusa, confusa complicada, declarada y re-declarada, y abocada a ser re-declarada una vez más. Es el momento en que el azar es fijado. Donde uno se dice: lo que ha pasado aquí, este encuentro, los episodios de este encuentro, yo se los voy a declarar al otro. Le voy a declarar que aquí ha pasado algo que, al menos para mí, me compromete. Y ahí está: yo te amo. Si “yo te amo” es una astucia para acostarse con alguien, y lo que puede llegar tampoco es una astucia, entonces, ¿qué es? ¿Qué es lo que se dice ahí? No es del todo simple decir “te amo”. Se tiene la costumbre de considerar este pequeño miembro de la frase como absolutamente usado e insignificante. Por otro lado, a veces, para decir “te amo” se prefieren emplear otras palabras menos usadas o más poéticas. Pero siempre es para decir: de lo que era un azar yo voy a sacar otra cosa. Voy a sacar una duración, una obstinación, un compromiso, una fidelidad. Entonces, fidelidad es una palabra que yo empleo aquí en mi jerga filosófica retirándola de su contexto habitual. Significa justamente el paso de un encuentro azaroso a una construcción tan solida como si hubiese sido necesaria.

A propósito de esto, es importante citar el hermoso libro de André Gorz, Lettre à D. Histoire d'un amour, declaración de amor del filósofo a su mujer, Dorine, relato de un amor que, si puedo decirlo, duró desde siempre. He aquí las primeras líneas: “Vas a cumplir ochenta años. Has empequeñecido seis centímetros, sólo pesas cuarenta y cinco kilos y siempre eres bella, graciosa y deseable. Hace cincuenta y nueve años que vivimos juntos y te amo más que nunca. De nuevo llevo en el hueco de mi pecho un vacío devorador que sólo calma el calor de tu cuerpo contra el mío”.
¿Qué sentido da usted a la fidelidad?

¿No tiene la fidelidad un sentido mucho más considerable que la sola promesa de no acostarse con algún otro? ¿No muestra esto precisamente que el “yo te amo” inicial no tiene necesidad de ninguna consagración particular, el compromiso de construir una duración, a fin de de que al encuentro se le libre de su azar? Mallarmé veía el poema como “el azar vencido palabra por palabra”. En el amor, la fidelidad designa esta larga victoria: el azar del encuentro vencido día a día en la invención de una duración, en el nacimiento de un mundo. ¿Por qué, generalmente, se dice : te amaré siempre? A condición de que no sea una astucia, desde luego. Y, obviamente, los moralistas son demasiado cínicos, diciendo que en realidad jamás es verdad. Pues bien, hay gente que se ama siempre, y son muchos más de los que se cree, y muchos más de los que se dicen. Y todo el mundo sabe que decidir, sobre todo unilateralmente, el final de un amor es siempre un desastre, sean cuales sean las excelentes razones que se pongan por delante. El abandonar un amor sólo llegó una vez en mi existencia. Era mi primer amor y, progresivamente, he ido siendo tan consciente de que este abandono era una falta que he vuelto hacia ese amor inaugural, aunque tarde, demasiado tarde -se aproximaba la muerte de la amada- pero con una intensidad y una necesidad incomparables.
Después de esto, jamás he renunciado. Ha habido dramas, desgarramientos e incertidumbres, pero jamás he abandonado un amor. Y creo estar bien seguro, desde el punto de aquellas a quien he amado, de que realmente ha sido parta siempre. Así pues, íntimamente, sé que la polémica escéptica es inexacta. Y, segundo, si el el “te amo” es siempre, en muchos aspectos, un “te amo para siempre” es que, en efecto, fija el azar en el registro de la eternidad. ¡No tengamos miedo de las palabras! La fijación del azar es un anuncio de eternidad. En cierto sentido, todo amor se declara eterno: la eternidad está contenida en la declaración... Todo el problema está en inscribir, después, esta eternidad en el tiempo. Porque, en el fondo, el amor es eso: una declaración de eternidad que debe realizarse o desplegarse como pueda en el tiempo. Una irrupción de la eternidad en el tiempo. Y es por esta razón por la que es un sentimiento tan intenso. Entiendo que los escépticos más bien nos hacen reír porque si se intenta renuncia al amor, no creer más en él, sería un verdadero desastre subjetivo, y todo el mundo lo sabe. La vida, hay que decirlo, ¡sería absolutamente descolorida! Por tanto, el amor sigue siendo una potencia. Una potencia subjetiva. Una de las raras experiencias en que, a partir de un azar inscrito en el instante, uno tiene una proposición de eternidad. “Siempre” es la palabra por la cual, de hecho, se dice la eternidad. Porque no se puede saber lo quiere decir este “siempre” ni cual es su duración. “Siempre” quiere decir “eternamente”. Simplemente es un compromiso en el tiempo, porque habría que ser Claudel para creer que dura más allá del tiempo, en el fabuloso mundo de después de la muerte. Pero la eternidad sí que puede existir en el tiempo mismo de la vida, y el amor, cuya esencia es la fidelidad en el sentido yo le doy a esta palabra, es lo que viene a probarlo. ¡La felicidad, en suma! Sí, la felicidad amorosa es la prueba de que el tiempo puede albergar la eternidad. Como también son pruebas el entusiasmo político cuando se participa en una acción revolucionaria, el placer que liberan las obras de arte y la alegría casi sobrenatural de la que una da prueba cuando al fin se comprende, en profundidad, una teoría científica.

Pongamos que el amor es el acontecimiento de lo Dos como tal, la “escena del Dos”. ¿Y el
niño? ¿No viene el niño a alterar o romper esta “escena de lo Dos”? ¿No es el Uno que conjunta
al Dos de los amantes, pero igualmente un Tres que puede prolongarlos pero también separarlos?

Esa una cuestión absolutamente profunda e interesante. Un amigo, Jérôme Bennaroch, que es un Judío del estudio, acepta mi tesis sobre el amor hasta un cierto punto. Siempre me dice: sí, vale, el amor es la prueba de lo Dos, es su declaración, su eternidad, pero hay un momento en que debe probarse en el orden de lo Uno. Es decir, que debe volver a lo uno. Y la figura a la vez simbólica y real de este Uno es el niño. El destino verdadero del amor es cuando se tiene al niño como la prueba de lo Uno. Yo opongo a su objeción muchas constataciones empíricas, en particular, el hecho de que, en ese caso, haya que denegar el carácter amoroso a las parejas estériles, homosexuales, etc. Después, más profundamente, le digo: en efecto, el niño forma parte del espacio del amor en tanto que es lo que, en mi jerga, yo llamo un punto. Un punto es un momento particular sobre el cual un acontecimiento se estrecha, donde, de alguna manera, debe volver a reinterpretarse el acontecimiento, como si volviera bajo una forma desplazada, modificada, pero obligándonos a “redeclararlo”. En suma, un punto es cuando las consecuencias de una construcción de verdad, ya sea política, amorosa, artística o científica, generalmente nos obligan a rehacer una elección radical, como al principio de todo, cuando aceptamos y declaramos el acontecimiento. Tenemos que volver a decir de nuevo “yo acepto este azar, lo deseo y lo asumo”. En el caso del amor hay que rehacer su declaración, y a menudo con toda urgencia. Se podría decir: hay que (re)hacer el punto. Pienso que el niño, el deseo del niño, el nacimiento, es eso. Forma parte del proceso amoroso, es evidente, bajo la forma de un punto para el amor. Se sabe que para toda pareja hay una prueba alrededor del nacimiento, que es a la vez un milagro y una dificultad. Alrededor del niño, y precisamente porque ves uno, va a desplegarse lo Dos. Lo Dos no va a poder continuar experimentándose en el mundo tal y como lo hacía antes de que tuviera que confrontarse con este punto. En absoluto niego que el amor sea secuencial, o dicho de otro modo que no ruede solo. Hay puntos, pruebas, tentaciones, apariciones nuevas y, cada vez, es necesario reinterpretar la “escena de lo Dos”, encontrar los términos de una nueva declaración. Inauguralmente declarado, el amor también debe ser “redeclarado”. Y esta es la razón por la cual el amor también está en el origen de las crisis existenciales violentas. Como todo procedimiento de verdad. Por cierto, desde este punto de vista la proximidad entre la política y el amor es asombrosa.

Alain Badiou - Elogio del Amor

El Amor Amenazado




“El amor está por reinventar, ya se sabe”
Arthur Rimbaud, Una temporada en el infierno, Delirios I

En un libro que se ha convertido en célebre, ¿De qué es Sarkozy el nombre?, usted sostiene que “el amor debe ser reinventado pero también, simplemente, defendido, porque se encuentra amenazado en todas partes”. ¿Amenazado por quién? Y ¿en qué sentido los viejos matrimonios acordados de hoy revisten, según usted, hábitos nuevos? Creo que una reciente publicidad para un sitio de encuentros por Internet le ha impresionado particularmente...

Es cierto, París ha sido cubierto de carteles de la página web de encuentros Meetic, carteles cuyos títulos me han interpelado. Puedo citar un cierto número de eslóganes de esta campaña publicitaria. El primero dice -y se trata de la tergiversación de una cita de teatro- “¡Encuentre el amor sin el azar!”. Y luego, hay otra: “¡Se puede estar enamorado sin caer enamorado!”. Así pues, nada de caída, ¿no es eso? Y, después, también está el de: “¡Usted puede perfectamente estar enamorado sin sufrir!” Y todo ello gracias a la página de encuentros Meetic... que nos propone -la expresión me pareció absolutamente notable- un “coaching amoroso”. Tendremos, pues, un entrenador que va a prepararnos para afrontar la prueba. Pienso que esta propaganda publicitaria depende de una concepción securitaria del “amor”. Es el amor asegurado a todo riesgo: usted tendrá el amor, pero como un asunto tan bien calculado, habrá seleccionado tan bien a su compañero cliqueando en Internet -evidentemente tendrá su foto, sus gustos en detalle, su fecha de nacimiento, su signo astrológico, etc.- que al término de esta inmensa combinación usted podrá decir: ¡ahora ya, con todo esto, no puede fallar... después de todo esto va a funcionar... ahora ya no hay ningún riesgo!” Y eso es propaganda, es teniendo interés como la publicidad se hace en ese registro. Ahora bien, obviamente yo estoy convencido de que el amor, en tanto que es un gusto colectivo, en tanto que es, para casi todo el mundo, la cosa que da a la vida intensidad y significación, yo pienso que el amor, en la existencia, no puede ser ese don que se hace a la ausencia total de riesgos. Me parece un poco como la propaganda por la guerra “cero muertos” que en algún momento hizo el ejército norteamericano.

Según usted, ¿habría una correspondencia entre la guerra “cero muertos” y el amor “cero riesgos” de la misma manera que existe, para los sociólogos Richard Sennett y Zygmunt Bauman, una analogía entre el “yo no te comprometo” que dice el agente del capitalismo financiero al trabajador precarizado y el “yo no me comprometo” que pronuncia a su compañero o compañera el “amante” indiferente, en un mundo en el que los vínculos se hacen y se deshacen en beneficio de un libertinaje protegido y consumerista?

Todo ello es un poco el mismo mundo. La guerra “cero muertos”, el amor “cero riesgos”, nada de azar, nada de encuentro, ahí es donde yo veo, con los medios de una propaganda general, una primera amenaza sobre el amor, que yo llamaría la amenaza securitaria. Después de todo, no está lejos de ser un matrimonio acordado o arreglado. No lo es en nombre del orden familiar, mediante padres despóticos, sino en nombre de la seguridad personal, mediante un acuerdo previo que evita todo azar, todo encuentro, y finalmente toda poesía existencial, en nombre de la categoría fundamental de la ausencia de riesgos. Y después, la segunda amenaza que pesa sobre el amor, es la de denegarle toda importancia. La contrapartida de esta amenaza securitaria no es más que una variante del hedonismo generalizado, una variante de las figuras del goce. Se trata, así, de evitar cualquier prueba inmediata y profunda de la alteridad, donde el amor se teje. Añadamos, por lo mismo, y no pudiéndose nunca eliminar el riesgo para lo bueno, la propaganda de Meetic, como la de los ejércitos imperiales, consiste en decir que ¡el riesgo será para los otros! Si está usted bien preparado para el amor, según los cánones de la seguridad moderna, sabrá usted mandar a paseo al otro, que no está conforme con su confort de usted. Si él sufre es asunto suyo ¿no es eso? Es que él no está en la modernidad. Sucede de la misma manera que con el “cero muertos” de los militares occidentales. Las bombas que tiran desde el aire matan a cantidad de gente que tiene la mala suerte de vivir debajo. Pero son afganos, palestinos... No son modernos, claro. El amor securitario, como todo aquello cuya norma es la seguridad, es la ausencia de riesgos para todo aquel que tiene un buen seguro, un buen ejército, una buena policía, una buena psicología del goce personal, y es todo riesgo para aquel que tiene en frente. Se notará que por todas partes se nos explica que las cosas se hacen “para nuestra comodidad y nuestra seguridad”, desde los agujeros en las aceras hasta los controles de policía en los pasillos del metro. En el fondo, tenemos ahí a los dos enemigos del amor: la seguridad del contrato de seguros y la comodidad de los goces limitados.

Así pues, ¿habría una especie de alianza entre una concepción libertaria y una concepción liberal del amor?

En efecto, creo que liberal y libertario convergen en la idea de que el amor es un riesgo inútil. Y que se puede tener por un lado una cierta conyugalidad preparada que se proseguirá en la dulzura del consumo y, por el otro, acuerdos o arreglos sexuales placenteros y llenos de goce, haciendo economía de la pasión. Desde este punto de vista, realmente pienso que el amor, en el mundo tal cual es, se encuentra en ese asedio, en ese cerco y que está, a este respecto, amenazado. Y creo que es una tarea filosófica, entre otras, defenderlo. Lo que probablemente supone, como lo diría el poeta Rimbaud, que también deba ser reinventado. Y ello no puede ser una ofensiva por la simple conservación de las cosas. En efecto, el mundo está lleno de novedades y el amor debe ser también comprendido en esa innovación. Hay que reinventar el riesgo y la aventura contra la seguridad y la comodidad.

Alain Badiou - Elogio del Amor


El que pierda su alma la hallará




Mientras vivas, sé un hombre muerto,
totalmente muerto,
Entonces, hagas lo que hagas,
estará bien.


...conversación apócrifa entre Confucio y Lao-Tse, en la cual Confucio había estado discurriendo sobre el amor universal sin el elemento del yo.

"¡Qué patraña! -Exclamó Lao-Tse-. El amor universal ¿no se contradice a sí mismo? El Hecho de eliminar el yo ¿no constituye una positiva manifestación del yo? Señor, si queréis que el mundo no pierda su fuente de sustento: ahí está el universo con su regularidad incesante; el Sol y la Luna, con su incesante brillo; las estrellas, con sus constelaciones inamovibles; las aves y los animales salvajes, siempre en bandadas; los árboles y arbustos, creciendo en todo momento. Tal como ellos, vivid en armonía con el Tao, con el fluir de las cosas, y seréis perfectos. ¿Por qué, pues, esos vanos esfuerzos acerca de la caridad y del deber de uno hacia el prójimo, que son como golpear un tambor a la búsqueda de un fugitivo? Señor, ¡cuánta confusión habéis llevado a la mente del ser humano!"

Como ya he dicho, la verdad acerca de que la vida se encuentra cuando se pierde, no es un precepto, sino la realidad de algo que sucede de muchas y diferentes maneras. No se da a todo el mundo para que se convierta en un evidente héroe moral o en un santo notorio. No todo el mundo ha de ser un canto rodado sin la responsabilidad de una familia. No, debería añadir que es privilegio de cada uno ser una sacrificada esposa o un esposo modélico. Y aún más, no todo el mundo tiene la suerte de ser el fatalista que se acepta a sí mismo y asume sus limitaciones tal como son, a sabiendas de que es una mala hierba y sin intentar llegar a ser una rosa. Algunos de nosotros siempre estaremos intentando -con un exasperante grado de relativo éxito- mejorar de un modo u otro, y por más que queramos aceptarnos a nosotros mismos lo seguiremos haciendo. La renuncia a uno mismo y la aceptación de sí mismo no son más que diferentes nombres para definir la misma cosa, el ideal para el que no existe un camino, el arte para el que no existe una técnica.

Alan Watts - Conviértete en lo que eres


jueves, 26 de junio de 2014

Que ganaremos?




Hoy, antes del alba, subí a las colinas, miré los cielos llenos de luminarias y le dije a mi espíritu:

"Cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿Estaremos tranquilos y satisfechos ? ". Y mi espíritu dijo:

No, ganaremos esas alturas sólo para seguir adelante.

Walt Whitman

Inconsciencia




El fundamento de la vida es la inconsciencia; si el corazón pudiese pensar, se pararía

F.Pessoa.

Escalones?




Al principio únicamente se ama cuando se es amado.

Luego se ama espontáneamente, pero deseando ser correspondido.

Después se ama incluso sin ser amado, pero aún con la tendencia a que el amor sea aceptado.

Finalmente, se ama de manera pura y simple, sin otro deseo ni otro gozo que el de amar.



Madre, 1966


Las cosas como son




Si comprendes, las cosas son como son.

Si no comprendes, las cosas son como son.

Proverbio Zen


De dónde viene la luz?




Pregunté a un niño que iba con una vela: “¿De dónde viene esa luz?” 
Al instante la apagó: “Dime adónde ha ido -respondió- y te diré de dónde vino” 

Hasán de Basra.


martes, 24 de junio de 2014

Sobre Perros




Soy muy partidario de los perros. Una razón es que soy un amante de los perros.
En un ensayo sobre el perro, John Burroughs dice que lo sorprendente del perro no es su inteligencia, sino lo cariñoso que es. Creo que Burroughs subestima la inteligencia del perro, pero me alegra que se de cuenta de lo cariñoso que es.
Me pregunto si existe un poema chino con el sentido siguiente:

El Sabio y el Perro 
son indistinguibles.

Pero vayamos al Japón. Me encanta el siguiente poema, haiku, de Issa:

Al visitar las tumbas;
el viejo perro 
hace de guía.

R. H. Blyth hace el siguiente comentario acerca del poema:

Hay algo muy profundo y patético en el conocimiento
inconsciente del viejo perro. Sentimos, por contraste, la poca
profundidad de nuestro propio conocimiento del significado
de la vida y de la muerte.

Hay algo en los perros -y lo mismo podría decir de otros animales, si los conociera mejor- de lo más notable; se trata de ver las cosas directamente tal como son, sin verse alterados por ninguna oscura conceptualización. Se trata de la condición conocida como "Satori". Si existe algún ser sensible que esté en estado de Satori, obviamente son mis perros. ¡Dios mío, parecen bañarse en el Tao de la mañana a la noche! Ya duerman, retocen, cacen conejos, coman o se comuniquen con sus amigos caninos o humanos, siempre son los mismos. Cuando están en las profundidades del bosque, están pasmados; un estado que describiría como una "fantástica clase de alta tensión relajada".
Existe un koan muy famoso: "¿Tiene el perro naturaleza de Buda?" Se han dado toda clase de curiosas respuestas a ello, como "Mu". Creo que una típica respuesta de un filósofo occidental sería: "Depende de cómo definas la naturaleza de Buda". Me temo que a este respecto no soy un filósofo occidental, puesto que si se me hiciera la pregunta, respondería espontáneamente: "¡Por supuesto!". O, tal vez, "¡Evidentemente, que pregunta más tonta!"
Dejad que os explique una aguda historia sobre este koan.
Un monje preguntó una vez a un maestro zen: "¿Tiene un perro naturaleza de Buda?"
Replicó: "Si, la tiene"
El monje preguntó entonces: "¿Tienes naturaleza de Buda?"
Replicó: "No, yo no."
El monje dijo: "Pensaba que todo el mundo poseía la naturaleza de Buda" El maestro replicó: "Si, pero yo no soy todo el mundo."
En relación a la pregunta: "¿Tiene el perro naturaleza de Buda?", Issa escribió el siguiente penetrante haiku:

El cachorro que no sabe
que ha llegado el otoño,
es un Buda

Al respecto, Blyth escribe:

El cachorro, aún más que el perro maduro,  vive cada día, 
cada momento, tal como se presenta. No piensa en antes o
después y suspira por lo que falta.
Cuando hace calor, toma sol; cuando llueve, gimotea 
para que se le deje en la lluvia. No hay nada entre el sol y el 
cachorro, la lluvia, y el gimoteo.

Uno de los más bellos pasajes que he leído sobre el perro, es el siguiente de Suzuki:

Observemos al perro y contemplemos como devora su
comida. Cuando está hambriento y olfatea algo de comer, va
directo y acaba en un periquete. No pregunta nada. La comida
probablemente era para otro, pero no le importa. Da por
hecho que el estar hambriento le autoriza a todo lo que necesita
para satisfacer su necesidad del momento. Cuando acaba,
se va. No dice "gracias". Satisface sus derechos naturales, ni
más ni menos, y no tiene nada más por lo que preocuparse;
no sólo por lo que hace referencia a su ser, sino al mundo que
le rodea. Es perfecto. Al ser como es, la idea de pecado es una 
blasfemia innecesaria, ya sea intelectual, moral o espiritual.
Proviene directamente de Dios. Podría declarar, como se dice
que hizo Buda: "Solo yo soy el más honorable de la tierra".
En realidad, no tiene necesidad de ninguna afirmación "egocéntrica"
de esta naturaleza. Tiene bastante con ladrar y escapar
 a todo ser humano inconsciente que trate de hacer daño
a esta "inocente" criatura, que mantiene la frescura del Jardín del Edén.

Raymond Smullyan - Silencioso Tao, Confesiones de un científico al otro lado del espejo.
La Liebre de Marzo ISBN 84-87403-12-3



Lo que vemos




Ciertos Hindúes tienen un elefante para mostrar.
Nadie aquí ha visto un elefante antes.
Lo traen en la noche, en un cuarto obscuro.
Uno por uno entramos y salimos contando nuestra experiencia con el animal.
Uno de nosotros toca la trompa del elefante.
"Una criatura como tubería de agua."
Otro mas, la oreja.
"Muy fuerte, siempre moviéndose de atrás para adelante, 
animal-ventilador."
Otro mas, la pierna.
" La sentí inmóvil, como la columna de un templo.
" Otro toca la espalda arqueada.
"Un trono de cuero."
Otro, el mas inteligente, siente el colmillo.
"Una espada redonda, hecha de porcelana.
" Se siente orgulloso de su descripción.
Cada uno toca un lugar
y entiende la totalidad de esa manera.
La palma y los dedos sintiendo en la obscuridad,
es como los sentidos
exploran su propia realidad de el elefante.
Si cada uno de nosotros sostuviera una vela ahí,
y si fuéramos todos juntos,
lo podríamos ver.



Versión de Rumi de una historia clásica originaria de la India


lunes, 23 de junio de 2014

Fastidio




“Para muchos, lo abstracto es fuente de fastidio; para mi, en los buenos días, una intoxicación y una fiesta.”

Friedrich Nietzsche

Si, en los buenos días, una fiesta que nos exorciza de tanta realidad...


A Imagen y Semejanza




“El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.”

Friedrich Nietzsche



Hoy esos mismos hombres, que han olvidado que ese Dios solo es su propia creación, vociferan enardecidos contra un Dios tan falible, dando mil razones de por qué esta fábula de Dios es una inocente estupidez. Esto, por supuesto, no prueba nada contra Dios, solo es una prueba contra la pobre imaginación de esos mismos hombres...


Primera Palabra




"Ya dije que las metáforas son peligrosas. El amor empieza por una metáfora. Dicho de otro modo: el amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética."

Milan Kundera - La insoportable levedad del ser.


viernes, 20 de junio de 2014

Las Ventanas




Quien mira a través de una ventana abierta, jamás
ve tantas cosas como el que mira una ventana
cerrada. No hay objeto más profundo, misterioso,
fecundo, tenebroso, y radiante que una ventana iluminada
por una vela. Lo que puede verse al sol
siempre es menos interesante que lo que pasa detrás
de un vidrio. En ese agujero negro o luminoso vive
la vida, sueña la vida, sufre la vida.
Por sobre la marea de techos veo a una mujer
madura, ya arrugada, pobre, siempre inclinada sobre
alguna cosa, y que no sale nunca. Con el rostro, el
vestido, el gesto, con casi nada, rehice la historia de
esta mujer, o más bien su leyenda, y ciertas veces me
la cuento a mí mismo y lloro.
Si se hubiera tratado de un pobre anciano, la hubiera
reconstruido con la misma facilidad.
Me acuesto, orgulloso de haber vivido y sufrido
otras vidas que no son la mía.
Podrán decirme "¿Estás seguro de que es la verdadera
historia?" ¿Qué importa lo que pueda ser la
realidad fuera de mí, si me ha ayudado a vivir y a
sentir qué soy y cómo soy?

Charles Baudelaire - El Spleen de Paris


Ves? no, no somos prescindibles, nos necesita el mundo para existir...


Emborráchense




Hay que estar siempre ebrio. Eso es todo: la única
cuestión.
Para no sentir el horrible peso del
tiempo quebrando la espalda y doblándonos hacia la
tierra, hay que emborracharse sin tregua.
¿Pero con qué? Con vino, poesía, o virtud, como
gustéis. Pero emborráchense.
Y si alguna vez, en las escalinatas de un palacio,
sobre la hierba verde de un parque, en la taciturna
soledad del cuarto, despiertan ya disminuida o desaparecida
la borrachera, pregunten al viento, a la ola,
a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a
lo que gime y rueda, a todo lo que canta, a todo lo
que habla, pregunten qué hora es y el viento, la ola,
la estrella, el pájaro, el reloj, responderán: "¡Es hora
de emborracharse! ¡Para no ser mártires esclavos del
tiempo, emborráchense; emborracharse sin cesar!
Con vino, poesía o virtud, como gustéis."

Charles Baudelaire - El Spleen de Paris


Acerca del vivir




"El vivir no admite bromas.
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:Vivir.
Has de tomar en serio el vivir.
Es decir, hasta tal punto y de tal manera
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas
y luciendo bata blanca en un laboratorio,
has de saber morir por los hombres.
Y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
Vivir.
Es decir:
has de tomar tan en serio el vivir
que a los setenta años, por ejemplo,
si fuera necesario plantarías olivos
sin pensar que algún día serían para tus hijos;
debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,
no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,
sino porque vivir es tu tarea."


Nazim Hikmet - Acerca del vivir


Extraído de:
http://abatesoderini.blogspot.com.ar/2011/09/el-hexagrama-54-la-vida-se-pone-dura.html


Somos cuerpos?




"Quizás nunca había tenido conversaciones de verdad con nadie que no fuera una mujer amada, y en el fondo me parecía normal que el intercambio de ideas con alguien que no conoce tu cuerpo, que no está en posición de hacerlo sufrir o llenarlo de alegría, sea un ejercicio falso y a fin de cuentas imposible, porque somos cuerpo, somos sobre todo, principal y casi únicamente, cuerpos, y el estado de nuestros cuerpos es la verdadera explicación de la mayoría de nuestras concepciones intelectuales y morales."


Michel Houellebecq

Una frase como una bala de fusil... no se si estoy de acuerdo, quizás en parte si y en parte no, aunque si me apuran no se con que parte acuerdo y con que otra no.

Pasiones




"Es trágico que tan pocas personas "posean su alma" antes de morir. "Nada hay más infrecuente en todo hombre – dice Emerson - , que un acto que sea propiamente suyo." Es totalmente cierto. La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son las opiniones de otro, su vida un remedo, sus pasiones una cita."

De profundis - Oscar Wilde


La Posibilidad de una Isla




"En cuanto al amor, ya no había que contar con él: yo era sin duda uno de los últimos hombres de mi generación que se quería a sí mismo lo bastante poco como para ser capaz de amar a otra persona, aunque sólo fuera así en raras ocasiones, exactamente dos veces en mi vida. No había amor en la libertad individual, en la independencia, era pura y simplemente mentira, y una de las más burdas que se puedan imaginar: sólo hay amor en el deseo de aniquilación, de fusión, de desaparición individual, en una especie, como se decía antaño, de sentimiento oceánico, en algo que de todas maneras, al menos en un futuro próximo, estaba condenado."

Michel Houellebecq - La posibilidad de una isla.


miércoles, 18 de junio de 2014

Vivir...




Ríndete como yo me rendí. Sumérgete en aquello que no conoces como yo me sumergí. No te preocupes en "entender". Vivir rebasa todo entendimiento. 

Clarice Lispector.


martes, 17 de junio de 2014

Nadador de las Indias




¿Dónde vas a buscar el tesoro, nadador de las Indias que tocas las perlas pero no sabes sacarlas a la luz? En el desierto en el que camino, yo, que estoy retenido, como un plomo, al suelo, no sabría descubrir nada. Pero para ti, mago, solo es un velo de arena, una apariencia...
"Santiago, ya es la hora"

Antoine de Saint-Exupéry - Correo del Sur


La Mufa




Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida

Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.

Julio Cortázar


Poema de un recuerdo.




Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.
Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.
Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.
Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.
Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.
Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

Gustavo Alejandro Castiñeiras.


El Niño Bueno




No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal. Opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.

Julio Cortázar


Una Idea




Una idea incandescente se me vino esta mañana
una antorcha que flameaba en lo alto de mi mente
pero sola y sin refuerzos tal vez pierda la batalla
ya librada de hace tiempo por tu brillo y un cobarde

un cobarde que vacila entre el olvido y tras la nada
que vacila tras tus pasos y tu melódica mirada
que se pierde encandilado tras el grito de tus ojos
que se aturde enceguecido tras el brillo de tu nombre

que se esconde tras las letras de algún otro nombre
y aún así no se atreve a gritar de quien se esconde
que hace frente tan valiente a enredadas tempestades
y se escapa como un niño al descubrirse a tu lado

que amanece al medio día y se duerme al despedirte
que susurra tan potente y que grita tan despacio
que camina tan de prisa y con los ojos bien cerrados
sin valor por la cornisa que conduce a tu palacio

Una idea de coraje se me vino esta mañana
de sentarnos frente a frente y quitarme el camuflaje
de soplar mis emociones y transformarlas en palabras
en palabras que te expliquen como cae el agua helada

Una idea tan sublime como tantas que me diste
tan tardía y predecible como tantas he tenido
pero sola y sin refuerzos de valor y otros aliados
ha perdido la batalla
ya es de noche
ya te fuiste.

Julio Cortázar


Encargo




No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día, saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
Lo que nadie te pide: las espinas
Hasta el hueso. Arráncame esta cara infame, oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

Julio Cortázar


sábado, 14 de junio de 2014

Vestigio Salvaje





Cuando pasan los patos salvajes, en la época de las migraciones, provocan curiosas mareas sobre los territorios que dominan. Los patos domésticos, como atraídos por el gran vuelo triangular, amagan un salto inhábil. La llamada cerril ha despertado en ellos no sé que vestigio salvaje. Y he aquí los patos de la granja convertidos por un instante en aves migratorias. He aquí que en esa pequeña cabeza dura en que circulan humildes imágenes de chacras, de gusanos, de corral, se desenvuelven las extensiones continentales, el sabor de los vientos de alta mar y la geografía de los mares. El animal ignoraba que su cerebro fuese bastante vasto para contener tantas maravillas, pero he aquí que él bate las alas, desprecia el grano, desprecia los gusanos, y quiere ser pato salvaje.

Antoine de Saint-Exupéry - Tierra de Hombres


Tal como pasa con esos grandes espíritus de todas las épocas, que nos hacen sentir, con solo leer sus libros o escuchar su música, que podemos soñar con un mundo distinto... con un mundo en el que volar es más importante que comer y alcanzar poder en la bandada, como decía el Juan Salvador Gaviota de Richard Bach...

En los Límites de una Verdad




Una vez más he bordeado una verdad que no he comprendido. Me he creído perdido, he creído tocar el fondo de la desesperación y, una vez aceptado el renunciamiento, he conocido la paz. Parece, a esas horas, que uno se descubriera a sí mismo y que uno se transformara en su propio amigo. Nada podría ya prevalecer contra un sentimiento de plenitud que satisface en nosotros no sé qué necesidad esencial que no conocimos.

Antoine de Saint-Exupéry - Tierra de Hombres


Oficio





No lamento nada. He jugado, he perdido. Ello está en el orden de mi oficio. Pero, al menos, he respirado el viento del mar.
Aquellos que lo han gustado una vez no olvidan ese alimento. ¿No es así, camaradas? Y no se trata de vivir peligrosamente. Esa fórmula es presuntuosa. Los toreros me gustan poco. No es el peligro lo que amo. Sé lo que amo. Es la vida.

Antoine de Saint-Exupéry - Tierra de Hombres


Éxito




Con mi experimento aprendí al menos que si uno avanza confiado en la dirección de sus ensueños y acomete la vida que se ha imaginado para sí, hallará un éxito inesperado en sus horas comunes. Dejará atrás algunas cosas, cruzará una invisible frontera; unas leyes nuevas, universales y más liberales, principiarán a regir por sí mismas dentro y alrededor de él; o las viejas leyes se expandirán y serán interpretadas en beneficio suyo en un sentido más generoso, y vivirá con el permiso de seres pertenecientes a un orden más elevado. En la proporción en que haga más sencilla su vida, le parecerán menos complicadas las leyes del universo y la soledad no será soledad, ni la pobreza será pobreza, ni la debilidad será debilidad. Si uno ha construido castillos en el aire, su tarea no se perderá; porque ahí están bien edificados. Que tan sólo ponga ahora los cimientos bajo esos castillos.

Thoreau


Orden




"El mundo en cuyo orden vivimos no se puede adivinar si uno mismo no está encerrado en él"

Antoine de Saint-Exupéry - Tierra de Hombres.



A propósito de una discusión sobre el orden del universo y sus manifestaciones.

Me gusta la forma en que percibe el mundo este Principito. Sabe de un orden más allá de lo que podemos percibir, del mundo de los fenómenos, pero también comprendió que no hay forma de salirnos de este mundo tangible, de este teatro mágico y que debemos seguir sus reglas. En mayor o menor medida estamos bajo esas reglas y debemos jugar con ellas. Podemos conjeturar ese macrocosmos pero no podemos evadirnos de las reglas del microcosmos en el que vivimos. 
Del Libro de las Mutaciones se puede extraer la idea, no de evadirnos de las antítesis que se nos presentan a diario y buscan involucrarnos a tomar partido, sino la de fluir con el tiempo y a aceptar lo que cada situación tiene para decirnos y que cada estado es solo un punto en un perpetua mutación, sin principio y sin final.

Sabe de un orden más allá de lo que podemos percibir, decía, pero también sabe que las únicas herramientas que tenemos para llegar a intuir, a descubrir, ese orden, son las mensurables de este mundo en el que nos toca o elegimos vivir... saber utilizarlas es otro tema y tarea de tiempo completo para aquellas almas que, como Saint-Exupéry, creen que hay un sentido por descubrir en la vida que nos toca vivir.


Maneras de Luz




Hasta mi sombra
Se ilumina en invierno
Si tú me miras.

Francisco Castaño en “Corazón alfabético”… que nos miren los Reyes Magos esta noche!


viernes, 13 de junio de 2014

Tiros en la Noche

Frases sueltas que me gustan, que me generan alguna inquietud o disparan alguna idea. En definitiva, trampas para intentar atrapar eso que sigo buscando, aunque ya no me acuerde para qué...
Como diría Dolina, tiros en la noche...




Aunque todas las posibles preguntas de la ciencia recibiesen respuesta,
ni siquiera rozarían los verdaderos problemas de nuestra vida.

Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente.

El filósofo no es ciudadano de ninguna comunidad de ideas. Esto es lo que lo hace ser filósofo.

Sentimos que aun cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales todavía no se han rozado en lo más mínimo. Por supuesto que entonces ya no queda pregunta alguna; y esto es precisamente la respuesta.

Trabajar en filosofía -como trabajar en arquitectura, en muchos sentidos- es en realidad un trabajo sobre uno mismo. Sobre la propia interpretación. Sobre el propio modo de ver las cosas -y lo que uno espera de ellas-.

En filosofía el ganador de la carrera es aquél que sabe correr más lentamente; o el que llega último.

Nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella.

La muerte no es ningún acontecimiento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente.

¡No juegues con las profundidades de otro!

El sentido del mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede como sucede: en él no hay ningún valor, y si lo hubiera no tendría ningún valor.



Ludwig Wittgenstein
Filósofo austríaco, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, reconocido en especial por su contribución al movimiento conocido como filosofía analítica.


martes, 10 de junio de 2014

Clarissa Pinkola Estés




Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro. En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder" hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo numinoso de otra alma humana.

Ser nosotros mismos nos causa ser exilados por muchos otros. Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren nos causa exilarnos de nosotros mismos

Para sanar verdaderamente, debemos decir nuestra verdad y no sólo nuestro pesar y dolor, sino también qué daño fue causado, qué enojo, qué disgusto, y también qué deseo de autocastigo o venganza fue evocado en nosotros.
Una de las cosas más básicas que median entre el mundo del alma y el mundo de la materia es que muchas de las cosas que se nos presentan no son como parecen al primer contacto.

Cuando afirmamos nuestra intuición somos como la noche estrellada: contemplamos el mundo a través de miles de ojos


Frases que me gustaron...


Amor profundo




Con miedo o no, es un acto del más profundo amor permitirse a uno mismo ser movido por el alma salvaje de otro. En un mundo donde los humanos tienen tanto miedo a "perder" hay demasiados muros que nos protegen de disolvernos en lo numinoso de otra alma humana.

Clarissa Pinkola Estés


sábado, 7 de junio de 2014

De menos




El puente no alcanza, 
el río es estrecho. 
La lluvia es la trampa, 
la lluvia es el cepo. 
Camino deprisa, 
ni busco, ni encuentro, 
ni paso, ni quiero, 
ni tengo, ni doy. 

La calle cambió 
su trayecto y no vuelve, 
las normas distintas 
son días sin verte. 
Perdí las señales, 
los horarios, los trenes. 
Nostalgia es el verbo 
que piensa en tu olor. 

Y te echo de menos, 
de menos, de menos, 
espacio vacío 
de mi corazón. 

Noviembre se marcha 
y nos deja hojas secas, 
el mar son tejados, 
alambres, antenas. 
Me animo a olvidarte 
en los días que llegan, 
aunque hoy ha llovido 
hay camisas al sol. 

Y te echo de menos, 
de menos, de menos, 
espacio vacío 
de mi corazón.

Pedro Guerra


viernes, 6 de junio de 2014

Del uso de las parábolas




El venerable consejero Hui era escuchado por el emperador.
Un cortesano celoso de su influencia dijo un día al monarca:
-Su Grandeza, es realmente un fastidio tener que soportar en los consejos de ministros las interminables digresiones de ese viejo senil. ¿Habéis observado que ha adoptado la enojosa costumbre de ilustrar sus palabras con toda clase de cuentos, anécdotas y leyendas? Pedidle, por favor, que no siga utilizando todos esos apólogos que nos embrollan la mente y nos hacen perder un tiempo precioso.
En la siguiente apertura de sesión del consejo, el emperador pidió solemnemente al anciano que en lo sucesivo expresara su pensamiento sin rodeos, ¡y sobre todo que dejara de distraer a la asamblea con fábulas¡ Hui inclinó su cráneo cano, enderezó su rostro, tan impenetrable como una máscara de ópera, y dijo:
-Majestad, permitidme que os haga una pregunta. Si le hablo a alguien de una ballesta, y mi interlocutor desconoce por completo de qué se trata, y yo respondo que una ballesta se asemeja a una ballesta, ¿comprenderá de qué estoy hablando?
-Ciertamente no -contestó el soberano barriendo con la mirada las vigas del techo.
-Bien -siguió el viejo consejero-, pero si le digo que una ballesta se asemeja a un arco pequeño, que la caja es de metal, la cuerda de fibras de bambú, y que en consecuencia es más potente: si le digo además que la ballesta lanza proyectiles más pequeños y más sólidos que las flechas, guiados por un canal de madera, y que posee por tanto mayor precisión que un arco, ¿comprenderá entonces mi interlocutor de qué se trata?
-¡Evidentemente! -exclamó el emperador, agitando sus mangas de brocado.
-De este modo -prosiguió el patriarca -debo recurrir a una imagen que mi interlocutor conozca para explicarle lo que no entiende. Y lo propio de las parábolas es hacer accesible una idea sutil. ¿Seguís, pues, siendo del parecer, Majestad, de que renuncie a expresar mi pensamiento con ayuda de algunos cuentecillos inventados y muy instructivos?
-Claro que no -respondió el soberano lanzando una mirada divertida al cortesano celoso a quien obstinadamente se le iban los ojos hacia sus escarpines de fieltro.

Del libro "Cuentos de los Sabios Taoístas, de Pascal Fauliot. Paidós Orientalia
ISBN 978-84-493-2798-8


Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...