lunes, 20 de febrero de 2012

La vía del sosiego


En el célebre relato histórico conocido como Romance de los Tres Reinos, se cuenta cómo el reino de Wei logró por fin la reunificación del país.



En aquellos tiempos vivía en el reino de Shu un gran general, experto en las artes militares, de nombre Zhuge Liang. Se trataba de un gran estratega, prudente y astuto, que había tratado en numerosas ocasiones de provocar al reino de Wei para que éste le declarara la guerra, pero nunca lo había conseguido. Decidió pues prepararle una trampa y para ello envió un emisario al reino de Wei, con un regalo precioso para ser entregado al primer ministro Sima. Éste abrió el paquete lleno de curiosidad. En su interior había un magnífico casco de mujer, totalmente adornado con collares de piedras preciosas que relucían con mil fuegos. era una forma de decirle que en el reino de Shu le tenían por un gallina, por alguien tan miedoso como una liebre, que no se atrevía a entablar batalla. Sin perder la sangre fría, Sima Yi se puso a reflexionar y entendió que la intención era provocar en él una gran cólera que le llevara a declarar la guerra. Soltó entonces una gran carcajada y dijo:
- Zhuge Liang a ideado sin duda una hábil estratagema, realmente no le faltan buenas ideas. - Después, dirigiéndose al emisario, le preguntó: En tiempos normales, ¿Cómo se comporta Zhuge Liang?
El emisario respondió:
- Nuestro primer ministro está desbordado por el trabajo, no tiene tiempo ni para comer ni para beber, se ocupa personalmente de todos los asuntos, ya sean grandes o pequeños. Llega incluso a apalear personalmente a los soldados que transgreden el reglamento. Todo debe ser aprobado por él. Le admiramos enormemente.
Al escuchar esto Sima Yi perdió las ganas de reir y, dirigiéndose a sus ministros, dijo:
- No hace falta mandar ningún ejército para derrotar a Zhuge Liang, no vivirá mucho tiempo porque se dirige hacia su propia ruina.
En efecto, poco tiempo después Zhuge Liang moría. De este modo Sima Yi se hizo con facilidad del reino de Shu sin perder un solo soldado, logrando así la reunificación del país.


Extraído del libro " Qi Gong - La vía del sosiego", de Liu Dong. Biblioteca de la Salud, Ed. Kairós.


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