martes, 3 de marzo de 2009

Una frase que me gusta mucho...




"Cuando uno se ha hecho viejo y ha realizado lo suyo, le corresponde poder hacer migas con la muerte en silencio.
No necesita de los hombres. Los conoce, ha visto bastante de ellos.

Aquello que necesita es silencio.
No es prudente ir en busca de tal individuo,hablarle y torturarlo con charla insípida.
Es aconsejable seguir de largo por la puerta de su casa, como si se tratara de la morada de nadie."


Meng Hsia.

Una mañana apacible




No es una mañana común... decidí quedarme en casa a disfrutar de un merecido descanso luego de una jornada, la de ayer, con muchas actividades.
Temprano, de madrugada, estuve leyendo el I Ching, después estuve revisando correos y ahora estoy sentado frente a la ventana del estar disfrutando de la maravillosa vista desde un piso nueve mientras cae una lluvia serena.
Siempre me gustó disfrutar del tiempo libre, disparo de la vida laboral como de la peste. Prefiero leer, jugar y hasta sentarme a no hacer nada, a entregar mi vida a la consecución de dinero, éxito laboral y el social asociado a ambos.
Abajo, entre la lluvia, veo correr diligentes a los ciudadanos "normales" en busca no solo de su sustento diario, sino también dando respuesta a lo que la sociedad ha establecido como correcto para todos nosotros.
Hace ya muchos años, más de veinte, aprendí a descreer de estos espejismos y, de la mano de los escritos de Hermann Hesse y de los maestros taoístas Lao Tse y Chuang Tse, me entregué a la búsqueda de mi mismo.
Claro, no todo es tan fácil como parece, algunas veces el camino es claro y todo discurre muy fácilmente, pero otras, el camino se hace tortuoso, imbricado, muchas veces es solo un sendero invisible y, en esos días, se pone a prueba mi elección y necesito recurrir a los viejos maestros espirituales para lograr mantenerme en la ruta.
Mi elección de vida me ha alejado de la vida cotidiana... aunque vivo en el mundo aquí y ahora, y hago lo necesario, es un poco como vivir en este mundo pero sin ser de este mundo.
No tengo amigos con los que compartir mis intereses, mis dudas, mis angustias... pero a cambio, encuentro en mis libros y en los autores que me gustan, esa comunión de espíritu que necesito cuando flaquean mis fuerzas.
Hoy, como decía, es un día especial, de esos en los que me siento pleno y feliz y puedo disfrutar del ocio y comunicarme, a través de los libros, con lo que más aprecio... Hoy es uno de esos días en los que las sombras de la vida cotidiana no se atreven a acercarse...


Los Napoleones del fin de semana

  Hay un brillo inquietante en sus ojos cuando acuden cada sábado a la cita. Llegan uno tras otro, casi furtivamente, con sus cajas y reglam...